Una verdadera y emotiva historia de lealtad es protagonizada una vez más por una mascota. Esta vez, se trata de una perrita bautizada como Esperancita, que actualmente vive en el Hospital Regional de Coronel Oviedo, Caaguazú, donde su dueño perdió la vida ya hace dos años, pero ella al parecer aún lo espera.
Si bien la mascota es comparada con Hachiko —un perro japonés que se hizo famoso por esperar fielmente a su amo fallecido durante años—, el caso de Esperancita se torna aún más peculiar, informó Robert Figueredo, corresponsal de Última Hora.
De acuerdo con lo que relató la licenciada Liza Apostolaqui, jefa de Enfermería de la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) del centro asistencial, el animal llegó hace ya más de dos años, cuando su propietario tuvo un cuadro de Covid-19 y fue ingresado a Cuidados Intensivos.
Debido a que el hombre debió ser internado por varios días, los familiares se asentaron en el albergue ubicado al costado del sitio y Esperancita los acompañó en todo momento.
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Desafortunadamente, el hombre falleció en el hospital y su mascota aparentemente se quedó esperándolo. Lo más llamativo del caso es que todos los días, cuando los médicos convocan a los familiares para dar los informes médicos, Esperancita también ingresa al área de UTI y se ubica entre las personas.
Ante esto, pareciera ser que Gorda, como también la llaman algunos, aún tiene la esperanza de escuchar el nombre de su amo o verlo salir nuevamente por la puerta de la terapia.
“Una historia bastante peculiar en serio. Hace dos años, su familiar falleció por Covid-19, y desde esa vez ella no se aparta más de la unidad. Actualmente, los familiares comenzaron a tomarle cariño. Es bastante buena, muy mansa y acompaña también a los familiares hasta la farmacia”, manifestó la enfermera.
Todas las personas que llegan hasta el campamento del centro asistencial la cuidan, la alimentan y se encariñan con ella, por lo que es considerada la guardiana de los familiares de enfermos que están en Terapia Intensiva del Hospital de Caaguazú.
Tras darse a conocer su historia a través de las redes sociales días pasados, la perrita fue asistida por un veterinario y hasta recibió varios kits de alimentos.
La mascota fue comparada por algunos internautas con el perro japonés Hachiko. Este era de la raza akita, de cuya historia incluso se creó una película. El animal esperó a su amo, el profesor Hidesaburo Ueno, en la estación de Shibuya, cerca de nueve años después de que el hombre haya perdido la vida.