“En base a las mediciones realizadas en la estación (...) se llegó a la conclusión de que el nivel de ruido de fondo en los puestos de trabajo y los camarotes de los cosmonautas se ha incrementado”, se afirma en el artículo “Movimiento sin pausas, crónicas de la EEI”.
Las principales fuentes de ruido son los sistemas de ventilación y el equipamiento de la plataforma orbital.
Los investigadores establecieron que en los camarotes del módulo de servicio Zvezdá (Estrella) el ruido supera los niveles establecidos en 1,1-4,4 decibelios (dB).
En comparación con las mediciones anteriores, realizadas el 10 de marzo de 2019, en el camarote derecho ruso el nivel de ruido se incrementó en 1,8 dB, mientras que en el camarote izquierdo no hubo cambios.
En los puestos de trabajo los incrementos fueron mayores y alcanzaron niveles entre 1,0 y 5,1 dB.
El estudio mostró que las zonas más ruidosas del segmento ruso de la EEI son la aledaña al sistema que filtra el aire y el espacio junto al botiquín.
“En los camarotes estadounidenses del módulo Harmony la situación es semejante. A modo de recomendación los médicos aconsejan a los cosmonautas utilizar audífonos con cancelación activa de ruido y cerrar los camarotes a la hora de dormir”, concluye la publicación.