La evasión fiscal asociada con este tipo de contrabando priva al Gobierno del Paraguay de ingresos que podrían destinarse a servicios públicos esenciales, como educación, salud e infraestructura.
Además, crea una competencia desleal para las empresas legítimas que cumplen con todas las regulaciones y pagan impuestos.
Según los cálculos, basados en los precios oficiales como en investigaciones sobre la cantidad de metales que son enviados ilegalmente al Brasil, este negocio ilícito mueve millones de dólares por año, incluso por su propio sistema para-bancario, evadiendo en impuestos más de USD 20 millones al año, pero en valor monetario real el contrabando movería anualmente USD 60 millones, siendo una parte esencial de la llamada economía subterránea.
Trabajo interinstitucional. El tráfico ilícito de desechos de metales de Paraguay al Brasil es un problema grave que puede tener impactos ambientales y económicos significativos.
El contrabando de metales es una actividad ilegal que puede implicar la evasión de impuestos y reglamentaciones, así como el daño a los ecosistemas locales.
Es importante que las autoridades trabajen juntas para combatir este tipo de actividades. El contrabando de desechos de metales al Brasil, como el cobre y el aluminio, es una actividad ilegal que puede tener consecuencias graves en múltiples niveles. Además de la pérdida de ingresos fiscales para los países afectados, el contrabando de metales puede estar relacionado con otros tipos de crímenes o delitos al amparo de organizaciones criminales bien estructuradas a ambos lados de la línea fronteriza con el Brasil.
Contrabando. Según informaciones, al Brasil pasan al menos veinte camiones cargados de metales de contrabando, por mes; incluso plásticos. Los pasos principales están ubicados en los departamentos de Alto Paraná y Canindeyú. Así, por Alto Paraná, uno de los puntos de paso más activos es el propio Puente de la Amistad, en donde las cargas estarían pasando a bordo de vehículos tipo combis con el chasis trasformado. En tanto, a lo largo de la frontera seca, más hacia Canindeyú, el tráfico se da con un sistema de camiones de gran tonelaje que pasan en especial por la zona de Pindoty Porã, distrito de Corpus Christi.
La localidad de Pindoty Porã, ubicada en el distrito de Corpus Christi (Canindeyú), es conocida como “la ruta secreta del cobre”. Las mismas autoridades policiales alegan “desconocer” el tráfico ilegal. Por su parte, la Fiscalía refiere que la zona es muy peligrosa.