La llegada de 30.000 campesinos a Asunción para celebrar la 6ª Marcha Campesina coincidió con el asesinato del vicepresidente Luis María Argaña aquel martes 23 de marzo. La Federación Nacional Campesina (FNC) y la Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (Mcnoc) llegaban con el reclamo de condonación de las deudas. En esos días de confusión y extrema violencia, los campesinos apoyaron la resistencia ciudadana para exigir el juicio político al presidente Raúl Cubas; y los parlamentarios opositores por su parte aprobaron la ley de condonación de deudas que alcanzó a 130.000 campesinos.
Teodolina fue una entre los miles de campesinos que en aquellas jornadas en la plaza defendieron la democracia. “Yo no era dirigente, vine como pequeña productora, con mi familia”, dice la dirigente, quien sigue viviendo en San Pedro, en el distrito de Yrybucuá, con su familia, marido y el hijo que ya cumplió 25.
Hoy, veinte años después, ocupa la secretaría general de la más importante y representativa organización campesina del Paraguay, y antes que hablar de su persona, pone énfasis en los logros de la federación y en el protagonismo de las mujeres en la organización.
“Es una responsabilidad política como mujer campesina, no es fácil, porque es una organización grande, con trayectoria, y que tiene un planteamiento político, y eso queda a mi cargo y no es tan sencillo. Pero me animo porque tengo el respaldo en mi familia y en la organización”, reconoce.
BRIGADAS DE MUJERES. Remarca asimismo el protagonismo de las campesinas y menciona dos fechas como hitos trascendentes. Uno de ellos es del 2007, cuando lograron que se firmara el Decreto 10540, sobre la gratuidad de la atención en salud materno infantil. El camino para llegar a este logro se inició antes, alrededor del 2005, cuando iniciaron las Brigadas de Mujeres, el Kuña Aty, que comenzó como un espacio de debate y discusión.
“Siempre se habla de la participación de las mujeres, pero las mujeres no son protagonistas, y eso pusimos en debate”, explica. Y como un ejemplo, menciona que en las marchas las mujeres no tenían ninguna responsabilidad política, aunque casi el 40% de la organización son mujeres. ”Por eso peleamos para que valgan su opinión y sus planteamientos. Le pusimos Brigada de Mujeres, Kuña Aty, y nos reunimos para hablar como mujeres”.
La dirigente comenta que uno de los problemas que asumieron es el machismo dentro de la organización, “eso se tenía que desarrollar, ñamo morotĩ va’erã, porque eso nos divide. Por eso, primero pusimos para debatir entre mujeres y después planteamos a la asamblea, para discutir con los compañeros, para que se pudiera discutir políticamente”.
Teodolina señala que las mujeres soportan diversos tipos de violencia, “hay violencia del Estado, porque no tenés tierra, ni salud; también hay violencia doméstica, y hay doble discriminación porque somos mujeres y somos pobres”.
En el caso de la violencia doméstica, la Brigada tuvo un papel importante en el proceso, ya que lograron que sea la comunidad la que asuma el problema. “Se discutió, y se puso en la asamblea de la comunidad, todos participamos y discutimos ese tema. Los compañeros comenzaron a avanzar mucho. Mucho avanzamos políticamente, porque entendieron que era para que estuvieran mejor con su familia”, subraya.
Conquistas. El Kuña Aty tiene otros exitosos resultados, como por ejemplo, siempre una mujer integra el equipo de seguridad en cada marcha campesina, y también hubo avances en el tema de la cocina en cada marcha. No es tarea fácil, cocinar para 7.000 personas, “los cocineros son mayoritariamente varones, ese es el resultado del debate y la integración”, explica Teodolina, y menciona una de las “joya de la corona”, las guarderías.
Las guarderías en las comunidades son una garantía para que las campesinas puedan participar en política, pero la Federación dio un paso más. “Siempre se elegía a mujeres para quedarse con los niños en la guardería, entonces eso también se puso al debate, porque el cuidado del niño es colectivo, a los dos le toca, varones y mujeres. Y logramos algo muy importante, la participación de los hombres, que se queden en la guardería en las comunidades, cuidando a los niños; y los compañeros asumieron. Las compañeras saben que les están cuidando a sus niños cuando ellas vienen a la marcha. Eso es participación política”, apunta.
Participación. Teodolina apunta que en la organización reflexionan sobre qué es la participación política de las mujeres. “No sentimos que a las pobres nos represente como género una senadora o una ministra. ¿Dónde está la participación política real de la mujer? De eso hablamos con las compañeras y decimos que eso no se nos va a dar, tenemos que ganar”. En la reflexión final la secretaria general de la FNC señala que hay temas que preocupan, como el acceso a la salud y la migración de mujeres por falta de trabajo y la violencia.
Un logro político no siempre se puede medir con un curul en el Congreso, pero seguro que comienza con una guardería para los niños de aquellas mujeres que podrán decir lo que piensan, en marchas y asambleas.
TEODOLINA VILLALBA, SECRETARIA GENERAL DE LA FNC
Es una responsabilidad política como mujer campesina, no es fácil, porque es una organización grande, con trayectoria y que tiene un planteamiento político.
No sentimos que a las mujeres pobres nos represente como género una senadora o una ministra. ¿Dónde está la participación política real de la mujer?
Marcha Nº 26
La FNC está preparando la marcha campesina número 26. Será en la segunda quincena de marzo y el tema de la tierra va a ser la principal reivindicación. La federación expresó su preocupación y su rechazo hacia el equipo designado para la renegociación del Anexo C del Tratado de Itaipú, y lleva adelante movilizaciones. Otra preocupación es la creciente violencia en los desalojos.