Las personas que aguardan pacientemente a entrar al templo en la Plaza de San Pedro ya pasada la medianoche en Roma (22:00 GMT) se cuentan todavía por miles, todo envuelto en un severo protocolo de seguridad y controlado por la Policía y la Protección Civil.
Se espera que la basílica con el cuerpo del Pontífice permanezca abierta toda la noche o al menos hasta que todo el mundo le haya despedido, según explican los voluntarios.
Desde que se abrió la capilla ardiente a las 11:00 horas locales (9:00 GMT) hasta las 19:30 horas locales (17:30 GMT) el Vaticano había contabilizado 19.430 personas.
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Francisco, fallecido el lunes con 88 años a causa de un ictus y tras más de dos meses con serios problemas respiratorios, yace dentro de un féretro de madera a los pies del baldaquino de Bernini.
El Vaticano organizó tres días para permitir que los fieles puedan darle el último adiós en el templo: Este miércoles y el jueves hasta la medianoche pero el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, adelantó que están “preparados” para dejar la Basílica abierta más allá de esa hora.
La capilla ardiente terminará previsiblemente el viernes a las 19:00 horas locales (17:00 GMT) para después proceder al cierre del féretro.
El sábado, tras el funeral, su cuerpo será llevado a la Basílica Romana de Santa María La Mayor para ser enterrado en una capilla, tal y como el Pontífice argentino dispuso en vida por ser muy devoto de la Virgen que custodio, la ‘Salus populi romani’. EFE