Los fiscales Marco Alcaraz y Deny Pak aseguraron, en comunicación con los medios, que el juez Mirko Valinotti no comunicó que el presunto líder narco Faustino Ramón Aguayo se puso a disposición de la Justicia y que se ordenó su reclusión en la cárcel de Pedro Juan Caballero.
De esta manera, el Ministerio Público se desliga de cualquier responsabilidad, mientras que fuentes judiciales aluden que la Fiscalía tampoco apeló su decisión. (Ver en material aparte).
Pak, uno de los encargados en investigar a Faustino Ramón Aguayo, indicó que en marzo del 2021 estaban tras el pedido de una orden de captura internacional con fines de extradición, porque tenían la información de que se encontraba en territorio brasileño. El hombre era buscado por las autoridades paraguayos, por supuestamente liderar una estructura narco. Durante el tiempo que le seguían los pasos, se incautaron más de tres toneladas de cocaína, que pertenecerían a su cartel. Aguayo era uno de los objetivos más procurados por los investigadores.
Sin embargo, para su sorpresa, meses después, el fiscal Pak afirma que se enteró de que el buscado no solo se había entregado a la Justicia paraguaya de forma sigilosa, sino que ya estaba guardando reclusión en la cárcel regional de Pedro Juan Caballero.
“Resulta que en mayo se pone a disposición de un juez Penal de Garantías y el juez Penal de Garantías le hace la audiencia de imposición de medidas y le aplica la prisión preventiva sin haberle comunicado al Ministerio Público acerca de esa situación”, aseguró Pak, trasladando toda la responsabilidad al juez Mirko Valinotti, que firmó la resolución.
“Se remitió a un pedido de prisión preventiva de (la fiscala) Fabiola Molas, hecho en 2019. El señor se pone a disposición en mayo del 2021. Un juez cuidadoso le hubiera llamado al fiscal para preguntar si persistía con esa prisión preventiva. (...) Pero ¿por qué el fiscal nunca supo? Porque no se le notificó”, insistió.
MOTIVOS DE SALUD. Aguayo fue llevado hasta la cárcel regional de Pedro Juan Caballero, por un pedido que sus abogados hicieron al juez Valinotti, alegando que el mismo sufría de afecciones cardiacas y que en la capital del Departamento de Amambay se encontraba su médico tratante. Para estar más cerca del galeno, le otorgaron la prisión en esa localidad.
El investigador también indicó que en ningún momento el Juzgado solicitó la intervención de un médico forense del Ministerio Público, a fin de acreditar la condición médica que alegó Aguayo ante el Juzgado para solicitar su reclusión en dicho lugar.
Luego de un allanamiento realizado en la cárcel pedrojuanina se constató que el presunto narcotraficante vivía en una celda vip, con todas las comodidades. Es sospechoso de ser autor intelectual de un cuádruple homicidio, que habría digitado desde su lujosa celda.
En el momento en que llegaron los intervinientes, el hombre se encontraba en compañía de Mirna Keldryn Romero Lesme, con quien aparentemente mantiene una relación amorosa.
La Policía cree que el hombre planeó el crimen donde murió Osmar Bebeto Álvarez, quien también habría sido pareja de la mujer.
En la Agrupación
Faustino Aguayo fue trasladado el jueves a Asunción y llevado hasta la Agrupación Especializada, donde guardará reclusión mientras dure el proceso que se le abrió por narcotráfico y asociación criminal. El sitio es considerado de máxima seguridad, y de acuerdo con lo expresado por las autoridades, allí será tratado como uno más y no tendrá los privilegios que ostentaba en la penitenciaría de Amambay. El hombre es considerado uno de los máximos exponentes del crimen organizado que opera en el Norte del país.