El sector de los músicos, teatreros, actores, poetas, escritores, fue uno de los más golpeados al ver cancelados sus conciertos en vivo, puestas teatrales, filmaciones de películas, festivales, ferias, lanzamientos, pero a la vez fueron los más generosos en ofrecer gratuitamente el disfrute de su arte en redes sociales y plataformas digitales, como un bálsamo para resistir el encierro ante la pandemia.
La mayoría de ellos no tienen coberturas sociales ni ingresos fijos. Viven del día a día. Muchos tuvieron que dedicarse a preparar y vender comidas o trabajar en otros rubros para subsistir. Aun así, se prodigaron en ofrecer recitales y espectáculos en línea, sin costo alguno. Muchos se unieron en esfuerzos colectivos para grabar juntos, desde la distancia, canciones emblemáticas con mensajes de optimismo y esperanza, ayudando a levantar la moral y a resistir con más voluntad. Admirables.