–¿Cómo hace para mantenerse vigente y siempre cerca del poder?
–Tal vez requiera de alguna habilidad, pero mucho más requiere de templanza, paciencia, apertura mental y espiritual y firmeza en las convicciones. También algo de habilidad en la capacidad de relación con la gente. Y en la política especialmente rige esa exigencia.
–¿Y cuál va a ser su legado como legislador?
–Yo, más que legislador, soy parlamentario. Me meto en la parte legislativa solamente, en los temas que considero de suma importancia. Es decir, no me ocupo sobre una pensión graciable o una declaración sobre establecer el día del tereré, como está de moda últimamente. Me meto en las cosas que son trascendentes. Aplico mucha lectura. Soy más de hablar, de establecer ideas que legislador. En país de ciegos, el tuerto es rey, rige en mi caso.
–Pese a su experiencia política y parlamentaria, hay un alto rechazo ciudadano hacia su figura...
–Hay un porcentaje de rechazo y otro buen porcentaje de apoyo. Yo prefiero fijarme más en lo segundo que en lo primero. Muchos repiten lo que publica un medio de prensa que me aborrece. Muchos me decían que leyeron en los diarios tal o cual cosa sobre mí persona. Yo tengo resistencia porque no soy un político que sobrevive de la política, yo vivo de la política. Tengo posiciones claras, es blanco o negro.
–¿Qué piensa de todas estas manifestaciones que suceden en América Latina?
–Es un tema complejo. Hay que abordar ese tema en todos sus aspectos. No puede uno agarrar un aspecto y pretender determinar el todo solamente con el manejo de ese aspecto. Hay muchas reivindicaciones pendientes, muchas demandas sociales insatisfechas, mucha inequidad, mucha injusticia en la vida, sin desconocer que también hay personas y organizaciones que pretenden capitalizar esas situaciones de desigualdad para lograr objetivos sectáreos, económicos. Tenemos que ser muy serios en el abordaje de la cuestión.
–¿No cree que la clase política también tiene mucho que ver en esto? La gente está harta y cansada de ver tantos privilegios que tienen sus políticos en detrimento de ellos.
–Seguro que sí. Pero engañarle a la gente diciéndole que podemos lograr una vida sin privilegios para nadie es una estafa a la buena fe ciudadana. No existe la igualdad entre desiguales. Se trata de una mejor distribución de la riqueza. El planteo no es que todos seamos ricos y con una vida confortable, sino que los que son ricos dejen de serlo. Yo quisiera que intentemos igualar para arriba. Pero sin duda la gente está hastiada. Los mas privilegiados son los empresarios, pero los empresarios son los que hacen cadena de medios para denostar contra los privilegios de los políticos. Y yo les pregunto: ¿Y por casa como andamos?
–En el oficialismo, incluido el presidente hablan de un plan para desestabilizar el Gobierno.
–No tengo la menor duda. Hay informaciones, hay hechos concretos.
–¿Cuáles son esos hechos?
–Está el tema del Puente Remanso en donde de primera mano sabemos que la intención era producir una víctima fatal. Gente que de vez en cuando reflota la amenaza de juicio político, y el ambiente regional. Es lógico que un presidente advierta a la ciudadanía. Se puede estar de acuerdo con él o no, pero que la situación denunciada existe, claro que existe. Y me llama la atención que medios como ÚH tengan ese enfoque de tratarlo de irresponsable, porque si se rompe el orden republicano, si se tira por la barranca la democracia vamos a perder todos, pero ¿quien va a perder más?, los grandes empresarios como AJ Vierci. El perjuicio para un empresario como él será mucho mayor. Entonces no entiendo ese enfoque.
–El presidente omitió decir nombres, pero usted lanzó días atrás los sectores de dónde provendrían las desestabilizaciones.
–Me he referido a varias oenegés, el Frente Guasu y concretamente Efraín Alegre, un muchacho a quien le resulta difícil digerir la doble derrota en su pugna por la Presidencia. A nosotros colorados nos conviene darle entidad y protagonismo a él, no quiero que ni se resfríe. Lo mejor para el Partido Colorado es que Efraín se vuelva a candidatar a la Presidencia por la oposición para el 2023. Es nuestra mejor garantía de victoria (risas).
–El Gobierno de Mario Abdo es catalogado como débil y con falta de liderazgo.
–El Gobierno está teniendo resultados que no están siendo valorados, pero que estoy seguro en un corto plazo serán valorados. En obras está basureando los rendimientos de presidentes anteriores. Gobierno débil no, pero le falta más fuerza y autoridad a la gestión de Gobierno. El carácter de nuestro presidente no es el carácter estimado por nosotros los paraguayos. El paraguayo prefiere un presidente autoritario. Es nuestra cultura. Un tipo abierto, de carácter calmo y pacífico como Abdo Benítez no es el ideal de tendota en el Paraguay. Va a tener que luchar mucho para imponer su estilo. Yo deseo que logre imponer su estilo para romper esa contracultura de estar siempre pendiente de gente con sentido de autoritarismo.
–¿Pero acaso usted no se contradice al decir que le falta golpear la mesa y bajar línea en algunos puntos?
–Y realmente tu pregunta me lleva a esa contradicción, porque yo también prefiero alguna gota de autoritarismo. Es un tipo con mucho carisma, y tiene que aprovechar eso.
–¿Qué debe hacer para revertir esa imagen deteriorada en muy poco tiempo?
–El Poder Ejecutivo no es que no comunica, sino que comunica muy mal. Un desastre, se comunica como el orto. Hay un ambiente mediático desfavorable a Marito. No entiendo cómo siendo Alejandro Peralta Vierci su ministro de Comunicaciones, Última Hora pueda sacar un titular de tapa como la de hoy (sábado). No anda su equipo de comunicación y hay mala predisposición de prácticamente todos los medios. Marito debe apelar a lo que está haciendo, que es la comunicación directa. Ese contacto directo con la gente hará que se revierta esa imagen.
–¿Y qué opina de la gestión de los ministros?
–En general bastante bien, en otros casos no tengo satisfacción. Prefiero hablar de lo positivo. Se ha enriquecido el Gabinete con la inclusión de Euclides Acevedo. Creo que la seguridad va a mejorar. Juan Ernesto Villamayor no estaba en el lugar que le correspondía. Ahora sí. Hay algunas correcciones que hacer sin ninguna duda.
–¿Habrán más cambios?
–Creo que sí. Pero eso yo lo hablo con el presidente.
–El pedido de reelección. ¿Le pareció oportuno o no? ¿Quiénes están detrás de esto?
–Fue una chambonada. Cometieron un disparate. Lo mejor que podríamos hacer es no dar pelota a esto. Un vyrorei con soda. No creo que estén detrás más que algunos presidentes de seccionales.
–¿Considera que sería posible una reconciliación sincera entre Abdo y Cartes teniendo en cuenta las duras acusaciones cruzadas?
–No solo es factible, sino que es necesaria y una obligación de los dos una reconciliación en el sentido de volver a armonizar labores de dirigencia nacional y partidaria. No se puede por afectos o desafectos personales dejar en segundo plano el interés nacional y el partidario.
–¿Está operando para eso?
–Así es. Estamos en ese intento. Requiere de paciencia, templanza y mucha saliva. Confío y reclamo que se sienten a conversar anteponiendo los intereses nacionales. En estos días estuve reunido con Cartes.
–¿Y qué le dijo?
–Lo encuentro con mucha calma, con mucha paz, con muchas buenas intenciones y abierto siempre a la conversación. Recuperamos la fluidez del diálogo. Pero yo actúo en el campo de la discreción. Un gestor debe comunicar resultados, no matices de la gestión.
–Un Partido Colorado dividido podría perder más municipios en las próximas elecciones. ¿Cómo observa esta situación?
–Al partido le falta recuperar la armonía en la gestión dirigencial con absoluto respeto a la diversidad de criterios. Si seguimos en la torpe actitud de anteponer intereses movimentistas al partidario arriesgamos demasiado. Debemos trabajar la posibilidad de lograr consensos para candidaturas en los departamentos más grandes. Confío en que vamos a tener éxito. Va haber lugar para todos y es cuestión de usar el sentido común y poner cable a tierra.
–¿Hasta cuándo se va a soportar el derroche en el Parlamento? El actual es catalogado como el peor periodo legislativo en la era democrática.
–Lastimosamente se hacen prisioneros de su propia riqueza y quieren acumular cada vez más que no se dan cuenta que están cargando un polvorín que les puede estallar en la cara en cualquier momento. Porque cuando se llegue a la situación de hambre no hay razonamiento que valga. No puedo decirle yo a quien está viendo morir a su hijo de hambre respetá las reglas. Pero somos tan cretinos los seres humanos que no asumimos ese marco de posibilidades y seguimos queriendo más.
–¿Qué piensa de que Cartes se atrinchera en sus medios y desde ahí se convierte en el principal opositor?
–Es parte del juego. No es para desesperarse. Vendría a ser camarada con Vierci. Están ahí nomás, solo que uno es político y el otro no. (Risas).
Temor. El senador se reafirma en que tienen informaciones sobre un plan de desestabilización.
Yo tengo resistencia porque no soy un político que sobrevive de la política, yo vivo de la política. Tengo posiciones claras, es blanco o negro.
Nos conviene darle entidad y protagonismo a Efraín Alegre. No quiero que ni se resfríe. Es nuestra mejor garantía de victoria para el 2023.
El Poder Ejecutivo no es que no comunica, sino que comunica muy mal. Es un desastre. Se comunica como el orto. Hay un ambiente mediático desfavorable a Marito.
mea culpa. Admite que el desprestigio del Parlamento es un polvorín que puede explotar.