24 mar. 2025

La historia está en ruinas y a merced de los saqueadores en Puerto Casado

Un punto clave en la defensa de la soberanía nacional durante la Guerra del Chaco enfrenta la inminente desaparición de su legado histórico, a la luz del abandono estatal y el creciente saqueo de sus instalaciones.

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Clave. Aquí desembarcaban tropas, provisiones y armamentos durante la guerra.

Los últimos vestigios de la Guerra del Chaco en Puerto Casado están al borde de la desaparición. Lo que fue un punto estratégico clave para la defensa nacional durante el conflicto bélico de 1932-1935 hoy enfrenta el abandono, el saqueo y la indiferencia estatal.
A orillas del río Paraguay, este puerto fue el punto de desembarco de miles de soldados que se internaban en el monte chaqueño a través del antiguo ferrocarril que transportaba madera de quebracho. Sin embargo, las huellas de ese pasado glorioso están en peligro de extinción.

Uno de los emblemas históricos de Puerto Casado es la “cuadra de los soldados”, un antiguo galpón donde los combatientes esperaban su traslado al frente de batalla. Frente a esta estructura se encuentra el Muelle La Victoria, un testigo mudo de la historia que hoy sobrevive en ruinas, corroído por el tiempo y el abandono.

Pero el deterioro no es solo consecuencia del paso de los años. La destrucción intencionada y el saqueo aceleran el proceso. Según el sacerdote Martín Rodríguez, en los últimos meses han desaparecido techos, muros y piezas metálicas de la estructura, aparentemente robadas para su venta como chatarra.

“Desde hace tiempo veo con dolor cómo destruyen las cuadras del campamento donde los soldados aguardaban su traslado al campo de batalla. No es solo el tiempo el que los está destruyendo, sino la acción del hombre”, denunció el religioso en una nota enviada a la municipalidad.

Rodríguez recordó que este no es un caso aislado. La guardia del campamento, el mástil de la bandera paraguaya, la cocina, el matadero, las casas de los oficiales e incluso el muelle donde atracaban las cañoneras paraguayas ya han desaparecido, vendidos a terceros sin que ninguna autoridad interviniera.

INDOLENCIA. Tras la denuncia del sacerdote, la municipalidad de Puerto Casado, encabezada por el intendente Hilario Adorno, verificó los daños y constató que estructuras históricas estaban siendo cargadas en camiones de chatarra, presuntamente para su venta. Como respuesta, la comuna presentó una denuncia formal, pero hasta el momento no se han tomado medidas concretas para frenar el saqueo.

Este nuevo episodio de despojo del patrimonio histórico ha encendido las alarmas entre pobladores y autoridades locales, quienes exigen una intervención urgente del Gobierno Nacional para preservar los últimos vestigios de la guerra en la región.

“Estos lugares son un patrimonio glorioso de la nación. No se pueden vender ni dejar que se destruyan”, sentenció Rodríguez.

Sin embargo, hasta la fecha no existe un plan de rescate ni restauración, y muchos de estos sitios ya han desaparecido, vendidos para intereses particulares.

OLVIDO. El caso de Puerto Casado refleja la ausencia de políticas públicas para la conservación del patrimonio nacional. De continuar esta tendencia, la ciudad podría perder para siempre los últimos testimonios físicos de su pasado militar, quedando condenada al olvido.

La comunidad espera que esta denuncia impulse acciones concretas tanto del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), como de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC) y que no sea una mera advertencia de una larga lista de historias que terminan en el oparei.

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Desidia. Solo que el esqueleto del muelle queda como metáfora del abandono.

ARCHIVO/ A. M.

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Decadencia. Lo que otrora fuera refugio de soldados, hoy es pasto de la indolencia de las autoridades y la depredación marginal.

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Despojo. Valiosas partes del galpón se sacan para la venta.

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