Del 1 al 7 de agosto se conmemora en más de 170 países la Semana Mundial de la Lactancia Materna, destinada a fomentar la lactancia materna o natural, y a mejorar la salud de los bebés de todo el mundo.
La lactancia materna es el mejor modo de proporcionar al recién nacido los nutrientes que necesita. La OMS la recomienda como modo exclusivo de alimentación durante los seis primeros meses de vida; a partir de entonces se recomienda seguir con la lactancia materna hasta los 2 años, como mínimo, complementada adecuadamente con otros alimentos inocuos.
La asesora de lactancia Sara Leguizamón explica la importancia de la lactancia materna para el bebé, la madre y el entorno familiar.
ALIMENTA LA VIDA
La leche materna es el alimento ideal para el bebé. Contiene todos los elementos nutritivos que necesita para su crecimiento y desarrollo, así como las sustancias que lo protegen contra infecciones y alergias.
El bebé debe consumir la leche materna desde el primer instante en que nace.
“Ponerlo en el pecho de su madre para hacer contacto piel a piel ayuda a la madre a la liberación de oxitocina y al bebé a autorregularse y reconocer su fuente de comida, empezando así el maravilloso camino de la lactancia”, sugiere la asesora de lactancia.
La lactancia materna debe efectuarse desde que nace la criatura hasta los 6 meses de vida, de manera exclusiva. La lactancia a libre demanda se refiere a respetar los tiempos del bebé. “Darle el pecho las veces que quiera, las tomas que quiera, a la hora que quiera, sin mirar el reloj. Es importante no caer en los mitos que el bebé tiene que comer por horarios”, explica Leguizamón.
BENEFICIOS
La lactancia materna es conocida como la primera medida de seguridad alimentaria para disminuir la mortalidad infantil. Aporta múltiples beneficios para el bebé, para la mamá y para la familia.
“Empezando con que recibe todo lo que necesita en el momento que necesite, porque la leche se adapta a sus necesidades según vaya creciendo. Rica en proteínas, vitaminas, minerales, aminoácidos esenciales, inmunidades, etcétera”.
Para la madre, ayuda a tener un mejor vínculo con su bebé, permite quemar calorías adicionales, a largo plazo previene tanto la osteoporosis como el cáncer de mamá y de ovario, disminuye el riesgo de sangrado en el posparto.
Para la familia, antes que nada, ayuda en la economía. Tanto en el gasto de otra leche como en la salud del bebé.
Según la experta, la lactancia jugó un papel importante en la pandemia, debido a que está completamente comprobado que la leche materna brinda toda la protección al bebé.
“Ya que los bebés no tienen una vacuna especial para ello, la leche se convierte en lo que el bebé necesita. Gracias a la pandemia, las madres pudieron llegar a más información, gracias a las redes sociales y las páginas de lactancia, aprendiendo así de todos los beneficios que nos brinda la leche materna. Un vínculo de amor eterno”, concluye.
Intensificar la lactancia
La lactancia materna es una práctica esencial que en gran medida determinará el inicio de la vida y el futuro desarrollo de millones de bebés y niños pequeños, y que implementada de manera correcta y sostenida garantiza una fuente de alimentos segura, nutritiva, ecológica y accesible. Unicef y la OMS piden nuevamente a los líderes políticos que asignen mayores recursos para proteger, promover y apoyar políticas y programas que favorezcan la práctica de la lactancia, particularmente enfocados en las familias más vulnerables.