Marian Quiroga
Del 1 al 7 de agosto se celebra en más de 170 países la Semana Mundial de la Lactancia Materna, destinada a fomentar la lactancia natural y a mejorar la salud de los bebés de todo el mundo. La licenciada en nutrición Mercedes Bordón explica sobre la importancia de la alimentación materna durante la lactancia.
NUTRICIÓN DE LA MADREEl
Proceso de la lactación impone demandas nutricionales, por sobre todo para la mujer que ofrece a su bebé lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses.Se debe garantizar la adecuada nutrición de la madre lactante, ya que las necesidades nutricionales del recién nacido son más altas que en cualquier etapa de su desarrollo.
Es por eso que el requerimiento alimentario recomendado para las necesidades energéticas durante la lactación toma en cuenta 500 kilocaloría (kcal) por día adicionales durante el primer semestre y que se puede disminuir durante el segundo semestre, esto por encima del nivel para las mujeres no embarazadas (1.800 kcal. por día).Sin embargo, para las mujeres que ya estaban con sobrepeso antes de la gestación o que tuvieron un aumento excesivo de peso durante el embarazo puede no requerir todas. “Durante la lactancia se deberá evitar una dieta que aporte menos de 1.800 kcal por día”, añade la nutricionista.Luego del embarazo, durante la lactancia se generan dudas sobre si se deben incorporar o no suplementos nutricionales.
En cuanto a eso la especialista explica que primeramente la madre debe ser evaluada. “Recordemos que las reservas nutricionales como resultado del embarazo podrían estar más o menos agotadas y que la lactancia materna plantea necesidades nutricionales especiales”, menciona y añade: “Después del parto la madre no debe descuidar el aporte de nutrientes, es recomendable un aumento de la mayor parte de los nutrimentos y si es posible el consumo de un suplemento vitamínico para asegurar su correcta alimentación”.
Cabe recordar que amamantar conlleva un mayor consumo de energía, y las mujeres que dan de mamar de forma exclusiva pierden grasa corporal sin necesidad de reducir el consumo calórico. Es por eso que las mujeres que están por debajo de su peso normal corren riesgo de una menor producción de leche, si restringen su aporte de energía.En ninguna circunstancia la ingesta de alcohol durante la lactancia se considera segura. “La mejor opción es siempre evitar el consumo del alcohol”, menciona la nutricionista. En cuanto al consumo de café durante este periodo, la experta recomienda al menos limitar su consumo hasta dos tazas diarias.
COMPOSICIÓN Y VOLUMEN
La leche se produce con una eficiencia aproximada del 80%, en los primeros 6 meses la mujer produce aproximadamente 750 mililitro (ml) de leche con un rango de 550 a 1.200 ml por día.Por lo tanto, es más factible que los lactantes que se alimentan a menudo estimulen la producción de mayores volúmenes de este oro líquido.
“El volumen de la leche no es afectado por el consumo diario de la madre, más bien la principal influencia sobre el volumen de la leche es la frecuencia de alimentación del lactante o sea, a mayor succión mas producción”, refiere la especialista.Por otra parte, la composición de la leche materna varía de acuerdo con la dieta de la madre. “Si la dieta es deficiente en vitaminas hidrosolubles y vitaminas A y D, su leche contiene menos de estos nutrientes”, afirma.Ante cualquier duda sobre la alimentación de la madre lactante, llamar a la licenciada en nutrición Mercedes Bordón al (0991)837-160.
En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, la nutricionista Mercedes Bordón menciona consejos sobre la nutrición de la madre lactante.
Recomendaciones nutricionales
–Una buena y variada alimentación ayuda a la madre a obtener todos los nutrientes que necesita.
–Aumentar el consumo de alimentos ricos en calcio: vegetales de hojas verdes, frutos secos, leche, yogur y queso.
–La frutas y verduras aportan vitaminas y minerales a la madre y al bebé, además proporcionan ácido fólico y fibras.
–Grasas no saturadas, como el aceite de oliva, nueces, almendras y pescados que aportan omega 3 y 6, indispensables en el desarrollo neurológico y cardiovascular del niño.
–Carbohidratos de granos enteros y legumbres.
–Proteínas magras de alto valor biológico como pescados, pollo, carne de res, huevos, leche y sus derivados.