Por Andrés Colmán Gutiérrez - @andrescolman
"¡Mirá, allí está Blanca Fonseca, la gallina turuleca...! ¿Me sacás una foto con ella...?”, le dice Antonella a su novio Carlos, cuando la descubre en medio de la eufórica multitud reunida en la plaza del Congreso, en la noche del miércoles.
Ella solo sonríe y hace un gesto humorístico, mientras la gente también sonríe a su lado, abrazándola ante los flashes de las cámaras compactas y de los smartphones.
-¿Blanca, por qué piko lo que te escondés de la gente...? –le recrimina una señora, con su niño en brazos- ¡De aquí de la plaza ko no te vamos a echar...!
-¡Ay, querida mía...! ¡Es que la gente no me entiende... que se vayan a cacarear a otra parte! –sonríe ella, abriendo unos ojos enormes, casi de caricatura de televisión.
Ella está vestida con una blusa amarilla y lleva una peluca rubia, con un gorro que simula ser la cabeza de una gallina. Para que no haya dudas acerca de su disfraz, lleva un cartel colgado del cuello, con la leyenda: “Blanca Fonseca, la gallina turuleca”.
-¿Esta chica no es la misma que en la anterior marcha del 15N apareció disfrazada de Perlita..? –pregunta Ismael, un joven que lleva una bandera tricolor atada a la espalda.
-¡Sí, es la misma, seguramente es una actriz! –confirma otro joven, con el rostro oculto tras una máscara de Anonymous.
Una manera de “escrachar”.
Raquel Díaz tiene 24 años, es de Lambaré, estudia en la Universidad Columbia y es voluntaria en una fundación que trabaja por los derechos de la infancia. Participa en foros de discusión política en las redes sociales, donde se enteró que se estaba organizando la primera marcha de los indignados para el 15 de noviembre, y se ofreció a colaborar en la organización.
“Les dije que mi aporte iba a ser disfrazarme de alguna figura política, en ese momento toda la gente estaba hablando de la doctora Perlita y sus cinco sueldos, así que me caractericé como ella, y así vine a la primera marcha”, relata.
Con uniforme de médica, y varias etiquetas que señalaban las diversas instituciones donde percibía ilegalmente los distintos salarios, “Perlita” causó conmoción cuando se presentó en la Plaza Uruguaya, tanto que le pidieron encabezar la marcha junto al humorista y músico Mario Casartelli, quien también se presentó disfrazado del senador Víctor Bogado, con un chupete en la boca y arrastrando un carrito de bebé.
“Mucha la gente me felicitó y me dio su apoyo, todos querían sacarse una foto conmigo y con Mario, nos convertimos un poco en los símbolos de la movilización”, dice Raquel.
Para ella, es su forma de expresar su protesta e indignación. “Yo no soy actriz, pero me gusta actuar. No descarto que más adelante me dedique a la actuación, pero por ahora esta es mi forma de escrachar a estas personas que se burlan del pueblo y de la justicia. Lo voy a seguir haciendo en cada marcha. Ahora vine disfrazada de Blanca Fonseca, porque me indignó su desprecio hacia la ciudanía, cuando dijo que lo que hacemos es pura cacareada, así que decidí venir a representarla como la gallina turuleca”, explica.
Ella se siente feliz de que al fin se haya producido “un despertar ciudadano” y desea que la gente siga saliendo a las calles y a las plazas, para forzar un cambio social. Asegura que seguirá viniendo a las movilizaciones, siempre disfrazada, aunque no quiere adelantar a quién caracterizará en la próxima marcha.
“Será una sorpresa, otra figura política que merece ser escrachada, ya verán...”, anuncia.