La molienda de la soja tuvo sus mejores épocas entre el 2015 y 2017 cuando se procesaron más de 3.600.000 toneladas y su caída de casi 300.000 toneladas se debe principalmente a la baja producción de la oleaginosa a raíz de la sequía.
El 69,9% de los granos se transformaron en harina, el 20,4% en aceite y el 5,8% restante corresponde a cascarilla.
Mientras las industrias aceiteras tienen una capacidad de procesamiento de más de 4 millones de toneladas, el año pasado operaron al 80% de su capacidad. En cuanto a la industrialización de otros granos fue la canola la que impulsó un crecimiento alcanzando casi 60.000 toneladas en este complejo de rubros.
A los factores climáticos se suman la reducción de los precios internacionales, problemas de navegación y la incertidumbre sobre la reforma tributaria, argumentó el gremio.
Materia prima. sobre la soja en estado natural, el envío al mercado internacional ascendió a 4.888.651 toneladas, lo que representa una disminución del 21,6% respecto al 2018, de acuerdo a la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas.