Para González, a pesar de que la debilidad de las instituciones no es un problema nuevo, la marca país se ve afectada de manera negativa por este tipo de acontecimientos. El profesional señala, desde una perspectiva constructiva, que esta es una nueva oportunidad para construir una reforma judicial.
Al mismo tiempo, mencionó que una reforma del Poder Judicial contribuiría a fortalecer el Estado de derecho y mejorar la percepción del país a escala internacional. “Si logramos avanzar en este aspecto, no solo se vería beneficiada la imagen de Paraguay, sino que también podría generarse un entorno más confiable para los inversionistas y organismos internacionales”, expresó.
El economista asegura que sin duda, la inseguridad jurídica y la falta de equidad en la justicia representan un factor de riesgo que podría influir negativamente en la decisión de invertir en el país. Sin embargo, indica que conviene señalar que muchos de los inversionistas que observan a Paraguay conocen de antemano sus desafíos institucionales.
“Más que obstaculizar de forma inmediata la inversión extranjera directa, este tipo de situaciones tiende a generar un clima de incertidumbre, lo que repercute sobre todo en la inversión agregada –principalmente en sectores como la construcción– y puede reducir el ritmo previsto de crecimiento”, expresó.
Wildo González sostiene que resulta esencial impulsar reformas para aumentar la confianza de los inversionistas y asegurar un flujo de capital más estable.