El descenso del indicador en la región latinoamericana, causado como en otras latitudes por la pandemia de Covid-19, fue algo mayor a la media de las economías en desarrollo (-16%), según el informe de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad).
BRASIL, MUY GOLPEADO. Brasil, uno de los países más afectados por la crisis sanitaria, sufrió un desplome de la inversión exterior del 48% entre enero y junio, hasta sumar 18.000 millones de dólares.
Aún más intensa fue la caída del flujo inversor en Perú (del -72%, para sumar 1.300 millones de dólares), país donde la suspensión de proyectos mineros influyó en esta bajada, mientras que en Argentina el descenso fue del 40% y en Colombia del 34%. En medio de estos fuertes descensos, llamó la atención el caso de Chile, donde las inversiones en industria y comercio, sumadas a la venta de parte del accionariado de la compañía aérea Latam, contribuyeron a que el flujo inversor creciera un 67% hasta los USD 9.500 millones.
México fue otra de las economías donde la inversión subió, un 5% interanual, hasta totalizar 18.000 millones de dólares, más de la mitad de ellos en forma de ganancias por reinversiones.
Pese a las excepciones positivas, los confinamientos en muchos países de la región, como en otras zonas del planeta, frenaron muchos proyectos de inversión, según analizó el informe.
En cifras absolutas, la inversión extranjera directa de enero a junio ascendió globalmente a 399.000 millones de dólares, casi la mitad de los 777.000 millones de dólares del mismo periodo de 2019. Las economías más afectadas por esta tendencia fueron las de los países desarrollados, donde la inversión se hundió un 75 por ciento interanual hasta totalizar únicamente 98.000 millones de dólares.