Para la fonoaudióloga y neuropsicóloga infantil Elke Terstiege, leer no solo es un proceso de lenguaje y escritura, sino que también es un ejercicio crucial para el desarrollo de habilidades cognitivas que influirán directamente en su capacidad para resolver problemas, aprender de manera autónoma y adaptarse al mundo que lo rodea.
“El cerebro de los niños es especialmente receptivo en los primeros años de vida y la lectura tiene el poder de activar múltiples áreas cerebrales esenciales. Al leer en voz alta, se estimulan las regiones responsables de la memoria, la atención, el procesamiento de información y la toma de decisiones. Los niños no solo aprenden palabras y significados, sino que entrenan su capacidad para concentrarse, organizar ideas y comprender el contexto, lo que también favorece su rendimiento en la escuela y en la vida”, asegura.
Asimismo, indica que la lectura facilita la creación de conexiones neuronales que son fundamentales para el desarrollo del lenguaje.
Cada vez que un niño escucha una historia, su cerebro asocia sonidos, palabras y frases con imágenes y conceptos, lo que mejora su comprensión auditiva y su capacidad para expresarse.
Este proceso también ayuda a desarrollar habilidades de planificación y resolución de problemas, ya que muchos libros presentan situaciones que requieren de análisis y reflexión.
“Incorporar la lectura en la rutina diaria de tu hijo no solo fomenta su amor por los libros, sino que también fortalece su cerebro, ayudando a construir las bases para una mente ágil, creativa y emocionalmente equilibrada. En resumen, leer a tu hijo es mucho más que una actividad educativa; es una inversión en su desarrollo neuropsicológico que le permitirá enfrentar los desafíos de la vida”, destaca.
Las pantallas
Para la directora de la editorial Tu Libro, María José Peralta, entretenerse usando dispositivos electrónicos y leer libros son dos actividades muy diferentes; por lo tanto, cada una puede tener su espacio.
Pero si hablamos de niños pequeños, ni siquiera deberían tener acceso a las pantallas. En cambio, aun antes de que sepan leer, ya se les pueden dar libros de papel para mirar, tocar, imaginar, nombrar elementos.
Por supuesto, también se les puede leer, pues es algo que disfrutan muchísimo y hace que desarrollen no solo el lenguaje, sino también la autonomía.
“Es muy común ver niños que recién están aprendiendo a hablar, pero ya hacen como que leen y hasta inventan relatos mientras hojean un libro”, subraya.
En el caso de los más grandes, las pantallas producen distracción, alteración del sueño y dependencia.
“Ante esta situación, la lectura de libros de papel puede ser una interrupción del uso excesivo de dispositivos, puede ser un momento de concentración, serenidad y descanso”, manifiesta.
Para Gabriela Murdoch, también directora de Tu Libro, la lectura debería ser un hábito, y ello implica que hacerlo constantemente, que se repita.
¿Todas las noches antes de dormir?, ¿los fines de semana?, ¿comprarles un libro de su eleccción al mes? Eso dependerá de cada caso y de cada casa.
“Hay que tener en cuenta que los chicos ya leen algo en el colegio, no solo como tarea, sino también por placer. Pero si un niño disfruta más tiempo de la lectura obviamente hay que dejarlo seguir leyendo todo el tiempo que quiera”, comenta.
Insiste en que crear un hábito de lectura va mucho más allá de exigir a los hijos que lean 15 a 20 minutos al día.
“Los padres tenemos que involucramos en esa tarea. Hay que generar un ambiente adecuado para la lectura (no podemos estar con el celular en la mano mientras les estamos diciendo ponete a leer); dejar que elijan lecturas que sean de su interés, leer juntos, armar una pequeña biblioteca en casa. En definitiva, dar al libro la importancia que queremos que tenga en la vida de nuestros hijos. Los chicos también aprenden con el ejemplo”, finaliza Murdoch.
El proyecto de ueno bank y ÚH consta de 2 etapas: 50.000 libros a entregar entre octubre y noviembre, y 50.000 libros a donar entre marzo y abril de 2025, totalizando la entrega de 100.000 libros.
Cada una de las bibliotecas donadas está compuesta por 500 libros y 96 títulos.