OPINIÓN DE LOS EMBAJADORES DE LA UNIÓN EUROPEA
El crimen organizado es un fenómeno global, de naturaleza primordialmente (aunque no solo) económica, con tendencias expansivas hacia el interior y exterior de las fronteras estatales, que en lo económico se organiza como una moderna empresa multinacional y en sus acciones violentas como una organización terrorista. Por su naturaleza y su modus operandi tiene que ser combatido desde enfoques globales, o como mínimo, regionales, pues sus efectos no se detienen en las fronteras.
PRIORIDAD PARA EL PARAGUAY. La lucha contra el crimen organizado es una prioridad para el Paraguay. Su posición estratégica en el corazón de América del Sur y sus porosas fronteras lo colocan en el punto de mira de las organizaciones criminales que trafican ilegalmente con drogas, armas, datos o personas; actividades que afectan tanto a la estabilidad interna como a la seguridad de la región.
Ciertamente, esto no sería posible sin la existencia de una demanda de mercancías ilegales desde Europa y otros lugares que hace que la lucha contra el crimen organizado sea una batalla global, en la que todos tenemos que realizar los esfuerzos necesarios para erradicar y combatir este flagelo que amenaza nuestras democracias, nuestras economías y el tejido moral de nuestras sociedades.
Para la Unión Europea, Paraguay es un socio extremadamente importante en este desafío; no solo porque compartimos valores como la democracia, el Estado de derecho y el respeto a los derechos humanos, sino también porque ambos promovemos la economía de mercado y la apertura y liberalización del comercio internacional, como pone de relieve el reciente Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y el Mercosur.
AÑOS TRABAJANDO JUNTOS. Paraguay, la Unión Europea y sus Estados miembros llevamos años trabajando juntos y de manera integral en la lucha contra el crimen organizado a través de diferentes programas regionales que contribuyen a reforzar la seguridad transfronteriza, marítima, penitenciaria, la ciberseguridad y la prevención en materia de consumo y tráfico de drogas.
En concreto, implementamos proyectos regionales financiados por la UE a través de las agencias de cooperación de los Estados miembros. En particular se destaca el Programa EL PAcCTO 2.0, que aborda desde un enfoque 360º el combate al crimen organizado mediante el fortalecimiento de las instituciones de justicia y seguridad.
VARIOS PROGRAMAS. Adicionalmente, la UE y sus Estados miembros financian varios programas, como Eurofront, que se centra en la seguridad de la triple frontera; o Copolad, orientado a la cooperación en políticas de lucha contra el tráfico de drogas; o Colibri y Aircop, para el control aduanero de tráficos ilícitos, tanto en los principales aeropuertos internacionales como nacionales; también LAC4, que combate el cibercrimen en todas sus facetas.
Así como Seacop, para el fomento del intercambio de información de inteligencia marítimo-fluvial con el fin de luchar de manera integral contra el crimen organizado en los espacios navegables; o la colaboración con Europol para la articulación y coordinación policial en la lucha contra el narcotráfico. Se trata de ejemplos concretos de interés mutuo para Paraguay y la UE en los que colaboramos juntos contra el crimen organizado en todas sus vertientes.
REAFIRMAMOS COMPROMISO. Desde la Unión Europea somos conscientes de que, como señaló no hace mucho el Presiente Peña, podemos hacer más, y por ello queremos reafirmar nuestro compromiso de apoyar a Paraguay y a la región en el fortalecimiento de sus capacidades en seguridad y lucha contra el crimen organizado. Este compromiso se ha concretado ya en diversas líneas de acción específicas, resultado de las conversaciones mantenidas en setiembre en el marco de la Mesa Interinstitucional de Seguridad.
hay desafíos pendientes. Admitimos que hay desafíos pendientes, pero es importante destacar y valorar la cooperación que nos permite intercambiar conocimientos, mejorar nuestras prácticas y desarrollar la asistencia técnica necesaria para reforzar la seguridad y la estabilidad de América Latina y Europa respetando los derechos humanos.
Nuestra colaboración no busca solamente reducir las amenazas transnacionales, sino también promover la seguridad, el desarrollo sostenible y el respeto a la ley y al Estado de Derecho. Porque no hay verdadero desarrollo, ni libertad real, sin seguridad. Ni verdadera seguridad si no está acompañada de desarrollo y libertad. Por eso trabajamos por un futuro más seguro, próspero y libre para todos nuestros ciudadanos