07 abr. 2025

La luz artificial que impide ver las estrellas se duplica en menos de 10 años

Las observaciones realizadas por ciudadanos de todo el mundo en los últimos 12 años han confirmado una tendencia preocupante: cada vez es más difícil ver las estrellas porque cada vez hay más luz artificial por la noche, mucha más de la que pensábamos.

contaminacion-luminica.jpg

Cada vez es más difícil ver las estrellas porque cada vez hay más luz artificial por la noche.

Foto: cermayarriaxa.com

Según los datos de un macroestudio sobre contaminación lumínica publicado este jueves en Science, entre 2011 y 2022, el brillo del cielo ha aumentado un 9,6% de promedio anual, es decir, es el doble que cuando comenzó el estudio y mucho mayor de lo medido por los satélites.

Para ponerlo en perspectiva, el estudio explica que la contaminación lumínica es tal que un niño nacido en una zona donde se veían 250 estrellas probablemente vería menos de 100 estrellas en el mismo lugar 18 años después.

Desde hace años, en muchas zonas habitadas de la Tierra, el cielo nocturno no llega a oscurecerse del todo porque, en su lugar, un crepúsculo artificial causado por la dispersión de luz antropogénica en la atmósfera lo impide.

Este tipo de contaminación lumínica, denominada skyglow, no solo nos impide ver las estrellas, sino también tiene un preocupante impacto ambiental.

Lea más: El mundo se queda sin noche: la contaminación lumínica crece sin freno

Sin embargo, resulta difícil calcular con exactitud cómo y cuánto ha crecido la luz artificial, principalmente, porque los satélites no detectan las emisiones azules de las luces LED que en los últimos años se han impuesto en todo tipo de iluminación, especialmente en el alumbrado público.

Además, los satélites son sensibles a la luz que se dirige hacia el cielo, pero tampoco captan las luces que se emiten horizontalmente, como los anuncios y la iluminación en las fachadas, que son las que contribuyen más al skyglow.

Para saber hasta qué punto la contaminación lumínica está impidiendo la visión de las estrellas, Christopher Kyba, del Centro Alemán de Investigación en Geociencias (GFZ) y la Ruhr-Universität Bochum, junto a científicos del centro de investigación para la astronomía óptica NOIRlab (EEUU), analizó 51.351 observaciones hechas por ciudadanos entre 2011 y 2022.

En un gran ejemplo de Ciencia Ciudadana, Kyba y su equipo pidieron a voluntarios de todo el mundo que participaran en el proyecto Globe at Night en el que debían comparar mapas estelares del cielo nocturno con lo que la contaminación lumínica les permitía ver en realidad.

“Unidas, las contribuciones de todas estas personas funcionaron como una red global de sensores”, subraya Christopher Kyba.

La iniciativa obtuvo datos de 19.262 localidades de todo el mundo, incluidas 3.699 localidades en Europa y 9.488 localidades en Norteamérica.

Según los resultados, el brillo del cielo nocturno provocado por la luz artificial ha crecido entre un 7 y un 10% al año (lo que equivale al doble de luz en aproximadamente una década).

Sin embargo, según las mediciones hechas por los satélites, la emisión de luz artificial solo ha crecido un 2% anual.

Este “resplandor celeste” —apuntan los autores— tiene graves efectos no solo para la observación de estrellas, sino también para el medioambiente, dado que muchos procesos fisiológicos de los seres vivos están determinados por ciclos diarios y estacionales y, por tanto, influidos por la luz.

“El skyglow afecta tanto a los animales diurnos como a los nocturnos y, además, destruye una parte importante de nuestro patrimonio cultural”, a la vez que tiene “efectos negativos para la observación de las estrellas y la astronomía”, advierte Constance Walker, coautora del estudio y jefa del proyecto Globe al Night del NOIRlab.

En una perspectiva relacionada, Fabio Falchi, del Instituto de Ciencia y Tecnología de la Contaminación Lumínica (ISTIL), y Salvador Bará, profesor de Óptica en la Universidad española de Santiago de Compostela, opinan que “el mensaje más crucial que la comunidad científica debería extraer del estudio es que la contaminación lumínica está aumentando, a pesar de las medidas que supuestamente se han puesto en marcha para limitarla”.

Aún “debe aumentar mucho la concienciación para que la luz artificial nocturna no se perciba como algo positivo, sino como el contaminante que realmente es”, concluyen ambos expertos.

Más contenido de esta sección
La maniobra de un piloto de avioneta se hizo viral en las redes sociales por la forma en la que aterrizó en medio del tránsito en Brasil. La Fuerza Aérea del vecino país tomó conocimiento de la grabación del hecho y anunció una investigación sobre lo ocurrido.
La Armada rusa localizó los restos de un submarino soviético hundido durante la Segunda Guerra Mundial en el golfo de Pedro el Grande con salida al mar del Japón, según informó hoy el Departamento de Prensa de la Flota del Pacífico.
El Día Mundial de la Salud, que se celebra este lunes, conmemora la fecha de 1948 en la que se creó la Organización Mundial de la Salud (OMS), agencia que desde la llegada de Donald Trump a la presidencia estadounidense ha advertido de los riesgos que las nuevas políticas de Washington entrañan para la situación sanitaria global.
La Guardia Civil y la Policía española han desarticulado una organización criminal acusada de estafar 19 millones de euros utilizando vídeos manipulados con inteligencia artificial (IA) en los que personajes famosos animaban a invertir en criptomonedas para engañar a más de 200 víctimas, en una operación con seis detenidos.
El principal índice de la Bolsa de Hong Kong cayó hoy un 13,2%, el mayor descenso desde la crisis de 2008, ante el temor a una recesión global después de que Estados Unidos impusiera sus aranceles “recíprocos” y China respondiese con un gravamen del 34% a todas las importaciones estadounidenses.
El ex presidente brasileño Jair Bolsonaro encabeza este domingo una manifestación en São Paulo, la primera desde que la Corte Suprema decidiera enjuiciarlo acusado de liderar un complot para dar un golpe de Estado.