30 ene. 2025

La luz artificial que impide ver las estrellas se duplica en menos de 10 años

Las observaciones realizadas por ciudadanos de todo el mundo en los últimos 12 años han confirmado una tendencia preocupante: cada vez es más difícil ver las estrellas porque cada vez hay más luz artificial por la noche, mucha más de la que pensábamos.

contaminacion-luminica.jpg

Cada vez es más difícil ver las estrellas porque cada vez hay más luz artificial por la noche.

Foto: cermayarriaxa.com

Según los datos de un macroestudio sobre contaminación lumínica publicado este jueves en Science, entre 2011 y 2022, el brillo del cielo ha aumentado un 9,6% de promedio anual, es decir, es el doble que cuando comenzó el estudio y mucho mayor de lo medido por los satélites.

Para ponerlo en perspectiva, el estudio explica que la contaminación lumínica es tal que un niño nacido en una zona donde se veían 250 estrellas probablemente vería menos de 100 estrellas en el mismo lugar 18 años después.

Desde hace años, en muchas zonas habitadas de la Tierra, el cielo nocturno no llega a oscurecerse del todo porque, en su lugar, un crepúsculo artificial causado por la dispersión de luz antropogénica en la atmósfera lo impide.

Este tipo de contaminación lumínica, denominada skyglow, no solo nos impide ver las estrellas, sino también tiene un preocupante impacto ambiental.

Lea más: El mundo se queda sin noche: la contaminación lumínica crece sin freno

Sin embargo, resulta difícil calcular con exactitud cómo y cuánto ha crecido la luz artificial, principalmente, porque los satélites no detectan las emisiones azules de las luces LED que en los últimos años se han impuesto en todo tipo de iluminación, especialmente en el alumbrado público.

Además, los satélites son sensibles a la luz que se dirige hacia el cielo, pero tampoco captan las luces que se emiten horizontalmente, como los anuncios y la iluminación en las fachadas, que son las que contribuyen más al skyglow.

Para saber hasta qué punto la contaminación lumínica está impidiendo la visión de las estrellas, Christopher Kyba, del Centro Alemán de Investigación en Geociencias (GFZ) y la Ruhr-Universität Bochum, junto a científicos del centro de investigación para la astronomía óptica NOIRlab (EEUU), analizó 51.351 observaciones hechas por ciudadanos entre 2011 y 2022.

En un gran ejemplo de Ciencia Ciudadana, Kyba y su equipo pidieron a voluntarios de todo el mundo que participaran en el proyecto Globe at Night en el que debían comparar mapas estelares del cielo nocturno con lo que la contaminación lumínica les permitía ver en realidad.

“Unidas, las contribuciones de todas estas personas funcionaron como una red global de sensores”, subraya Christopher Kyba.

La iniciativa obtuvo datos de 19.262 localidades de todo el mundo, incluidas 3.699 localidades en Europa y 9.488 localidades en Norteamérica.

Según los resultados, el brillo del cielo nocturno provocado por la luz artificial ha crecido entre un 7 y un 10% al año (lo que equivale al doble de luz en aproximadamente una década).

Sin embargo, según las mediciones hechas por los satélites, la emisión de luz artificial solo ha crecido un 2% anual.

Este “resplandor celeste” —apuntan los autores— tiene graves efectos no solo para la observación de estrellas, sino también para el medioambiente, dado que muchos procesos fisiológicos de los seres vivos están determinados por ciclos diarios y estacionales y, por tanto, influidos por la luz.

“El skyglow afecta tanto a los animales diurnos como a los nocturnos y, además, destruye una parte importante de nuestro patrimonio cultural”, a la vez que tiene “efectos negativos para la observación de las estrellas y la astronomía”, advierte Constance Walker, coautora del estudio y jefa del proyecto Globe al Night del NOIRlab.

En una perspectiva relacionada, Fabio Falchi, del Instituto de Ciencia y Tecnología de la Contaminación Lumínica (ISTIL), y Salvador Bará, profesor de Óptica en la Universidad española de Santiago de Compostela, opinan que “el mensaje más crucial que la comunidad científica debería extraer del estudio es que la contaminación lumínica está aumentando, a pesar de las medidas que supuestamente se han puesto en marcha para limitarla”.

Aún “debe aumentar mucho la concienciación para que la luz artificial nocturna no se perciba como algo positivo, sino como el contaminante que realmente es”, concluyen ambos expertos.

Más contenido de esta sección
El portavoz de las Brigadas de Al-Qasam (brazo armado de Hamás), Abu Obeida, confirmó este jueves la muerte de Mohamed Deif, que fue jefe del ala militar de Hamás, seis meses después de que el Ejército israelí anunciara que lo había matado en un ataque en la zona humanitaria de Mawasi, en el sur de la Franja de Gaza.
El jefe de bomberos y servicios de emergencia de Washington, John Donnelly, descartó este jueves que haya supervivientes en el accidente aéreo ocurrido anoche, en el que se vieron involucrados un helicóptero militar Black Hawk y un avión comercial de American Eagle.
Las autoridades estadounidenses se afanan en buscar supervivientes del accidente ocurrido tras el choque de un avión comercial con un helicóptero sobre las frías aguas del río Potomac, en Washington, en los que viajaban en total 67 personas.
El grupo islamista Hamás prepara la liberación de los ocho rehenes que este jueves abandonarán la Franja de Gaza en varios puntos del enclave, según mostró la cadena catarí Al Jazeera.
Tras desatarse una polémica con Bolivia, que continuó este miércoles con nuevas acusaciones en torno al plan de Argentina de construir una cerca de 200 metros en una parte de la frontera con el país andino, el Gobierno de Javier Milei planea reforzar también sus zonas fronterizas con Brasil y Paraguay.
La compañía estadounidense OpeanAI investiga si la startup china DeepSeek entrenó a su nuevo chatbot utilizando repetidamente el modelo de inteligencia artificial (IA) previamente creado por la tecnológica con sede en Silicon Valley, según The Wall Street Journal, que cita a una fuente familiarizada con el asunto.