A las 12:30 de ayer sábado, los datos oficiales de la Compañía Paranaense de Energía Eléctrica (Copel) reportaron que el caudal del río Iguazú alcanzó más de 2 millones de litros por segundo. Este volumen, que supera en 500.000 litros el flujo promedio de 1,5 millones de litros por segundo, no solo evidencia la fuerza de la naturaleza, sino que también transforma la experiencia turística en algo inolvidable.
Las intensas lluvias en Curitiba, región donde nacen las aguas del río Iguazú, desencadenaron este incremento en el caudal. Las precipitaciones, que comenzaron a principios de la semana, siguen nutriendo la corriente que serpentea por el sur de Brasil y Argentina, creando un espectáculo que combina potencia y belleza.
Se espera que el flujo de agua continúe en aumento en los próximos días, ya que las lluvias persistentes en la región metropolitana de Curitiba todavía están en proceso de drenar hacia la cuenca principal. Este fenómeno no es inusual en los meses de mayor precipitación, pero la magnitud de este año se compara con los registros históricos.

La mayor afluencia de agua ha provocado que las Cataratas del Yguazú se conviertan en una experiencia completamente distinta para quienes tienen la suerte de visitarlas. La Garganta del Diablo, la cascada más imponente del conjunto, es el punto de mayor fascinación. Desde el lado brasileño, los visitantes quedan empapados por la fuerza del agua, que parece abrazarlos en una ducha natural que mezcla adrenalina y admiración.