Mientras los ojos están puestos sobre el Norte del país, en el Sur, el crimen organizado se da un festín.
No son las temidas organizaciones brasileñas PCC o Comando Vermelho. Son estructuras de paraguayos y argentinos que consolidan su dominio sobre el tráfico de drogas en la zona.
Las noticias sobre decomisos de drogas procedentes de Paraguay son últimamente constantes en la Argentina. Si bien, desde siempre existió en el Sur el tráfico de drogas, en la actualidad está en su apogeo.
Paraguay, como es sabido, es el principal productor de marihuana de la región. El 80% de la producción va al Brasil, y un 15% a la Argentina, según datos proporcionados por la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad).
Aunque no solo marihuana se trafica a los vecinos, pero es la que abunda.
Como los organismos de seguridad se concentran en el Norte, y es de comprender, por los casos de violencia, en su mayoría relacionados con el narcotráfico, organizaciones criminales se consolidan en el otro extremo y van ganando terreno.
El director de Comunicaciones de la Senad, Francisco Ayala, reconoció que existe un notable ascenso del envío de drogas, como marihuana y cocaína, a la Argentina.
“(...) en el Sur está creciendo demasiado el crimen organizado, y no tiene relación con el PCC o el Comando Vermelho, son estructuras de paraguayos y argentinos que están consolidándose fuertemente, que están teniendo grandes extensiones de cultivo en Itapúa, Caazapá, Alto Paraná”, comentó Ayala a Última Hora.
La Reserva San Rafael, ubicada en el sureste del país, entre los departamentos de Itapúa y Caazapá, es una las zonas favoritas de organizaciones criminales, para bajo sus extensos bosques cultivar marihuana. Cada tanto, las fuerzas de seguridad se topan con hectáreas de marihuana en el lugar.
En marzo pasado, la institución antidrogas eliminó más de 18 toneladas de drogas en la reserva.
Se puede decir entonces que la marihuana va camino a convertirse en la nueva soja, es decir, un cultivo extensivo que deja millonarias ganancias.
El auge del envío de drogas al vecino país queda claro, con los decomisos de cargamentos en el lado argentino, que vienen ocurriendo sin cesar.
El portal oficial del Estado argentino constantemente publica sobre los operativos que realiza la Prefectura Naval Argentina en la frontera con nuestro país, con el objeto de evitar el ingreso de drogas.
En julio se informaba a través del portal, el decomiso de más de 1.780 kilos de marihuana a la altura de la localidad misionera de General Urquiza. La droga, que habría ingresado desde nuestro país, fue localizada en un camión que transportaba una carga de postes de madera. Como este decomiso hay muchos otros, y hasta se podría decir, por semana.
“A pesar de que ostenta una de las tasas de homicidios más bajas de Paraguay, Ñeembucú es un importante punto de tránsito de la marihuana que se dirige a Argentina”, publicaba en febrero pasado la fundación InSight Crime, que investiga el crimen organizado.
La fundación advertía que grandes cantidades de cannabis eran traficadas a través de los ríos Paraná y Paraguay.
“En 2019, las autoridades se incautaron de unas 7,5 toneladas de cannabis. Algunos informes estiman que cada mes se trafican entre 9 y 15 toneladas de marihuana por el departamento (un promedio de 144 toneladas por año). Otros sitúan esa cifra en 15 toneladas por semana, lo que equivale a alrededor de 780 toneladas al año. Otra estimación señala que todos los días se trafican cinco toneladas de marihuana entre Ñeembucú y Argentina, es decir, aproximadamente 1.825 toneladas al año”, señala el artículo de la fundación.
La Senad, desde el año 2017, opera de manera conjunta con organismos de Argentina para la lucha contra el crimen en la región. Mediante esa cooperación se lograron 59 operaciones antidrogas y más de cinco millones de dólares en pérdidas al narcotráfico, según indicaron desde la institución.