La intendenta de Villa Oliva, Marilú Musa, resaltó la crítica situación por la que atraviesa el distrito y la falta de espacios para resguardar a más damnificados. Cerca de 300 familias de las 600 que residen en esta localidad fueron afectadas y sus viviendas ya están totalmente bajo agua.
Las demás aún no fueron alcanzadas pero el peligro es latente, pues el avance de las aguas del río Paraguay es implacable. Solo en la víspera la riada dejó bajo agua a 30 viviendas más, que fueron construidas por la Entidad Binacional Yacyretá y habilitadas el año pasado. Las casas estaban ocupadas la mayoría por familias con cinco hijos.
Según la responsable de la Comuna, más de 1.500 personas son las afectadas y ya tienen definidos sitios más altos para trasladar a los pobladores ante una posible evacuación.
Musa refirió que, por suerte la ruta asfaltada no está inundada, “lo cual es muy importante para salir con rapidez y además que la asistencia a los ribereños no se interrumpa”.
Lugares de pesca. Puerto Paraíso, una pequeña comunidad oliveña cuyos habitantes en su mayoría se dedican a la pesca y al turismo, es una de las compañías de este distrito con más afectación; al igual que la compañía San Juan.
En esta última incluso las actividades escolares ya se suspendieron y la población tuvo que ser evacuada, y reubicada.
Ybypohyi, que es otra comunidad de Villa Oliva, cuyos habitantes se dedican a la pequeña ganadería, tiene una afectación de 80%, al igual que Estanzuela, cuyo acceso está cortado por la gran cantidad de agua caída en la zona; aunque los pobladores refieren que “felizmente el lago Ypoá no está desbordado”.
Mientras que en Sanjita, la segunda en proporción de habitantes después de Oliva, aún se resiste a los embates del río.
Hay regiones de Ñeembucú que están aisladas, las localidades de Villa Oliva, Villa Franca, Alberdi, Pilar y Humaitá fueron las más golpeadas por el desborde del río Paraguay y de las lagunas aledañas.
De hecho, Ñeembucú se encuentra en emergencia departamental por las autoridades y pobladores que están en alerta permanente.
Capital. En Pilar, la capital departamental, la situación tampoco es buena, pues el nivel del río llegó a 8,85 m con aumento de 2 cm.
Persiste la alerta amarilla en la zona, y si continúa el ritmo de subida, al llegar a 9 metros se activará la alerta naranja, de nivel crítico.
En la ciudad ya activa la draga de la ANNP, embarcación instalada en el puerto que extrae material del fondo de río y lo deposita en el predio de la institución.
El director de Puertos, Carlos González, mencionó que la draga Nuestra Señora de la Asunción extrae arena para ser utilizada en los muros de contención de Pilar; y anunció la llegada de otra embarcación de mayor potencia, que se encargará de reforzar los muros instalados en el sector de Manufactura Pilar.