AP-EFE
Roma
Un hombre totalmente paralizado, que pidió al presidente de Italia y a varios tribunales que lo dejaran morir, falleció después de que le desconectaron el pulmotor, informó ayer un médico, en una decisión que causará más controversias en este país, de abrumadora mayoría católica.
Piergiorgio Welby falleció el miércoles en la noche, dijo Mario Riccio, el médico que le desconectó del respirador.
Marco Cappato, del partido Radical, que lideró la campaña en favor del derecho de Welby a morir, dijo que el enfermo ''consiguió lo que... deseaba. Y lo logró respetando totalmente la ley’’.
Welby, de 60 años, sufría de distrofia muscular, una enfermedad que causa progresiva destrucción del tejido muscular. Estaba conectado a un pulmotor y recibía alimentos con ayuda de un tubo de nutrición. Se comunicaba a través de un sintetizador de voz.
Riccio negó que la desconexión fuese una forma de eutanasia. Señaló que se trataba simplemente de acatar la garantía constitucional de negarse a recibir tratamiento médico.
''Para decirlo con franqueza, en los hospitales italianos todo el tiempo se suspenden terapias. Y eso no conduce a intervenciones de jueces o a problemas de conciencia’’, dijo el médico a periodistas. Riccio dijo que se sentía ''muy tranquilo’’ y que no temía las consecuencias legales.
''No hay que confundir esto con eutanasia. Se trata de la suspensión de una terapia’’, dijo Riccio. ''Negarse a un tratamiento es un derecho’’ del paciente, añadió.
CASO PARA REFLEXIONAR. Aunque haciendo hincapié en la importancia de la defensa de la vida, el primer ministro italiano, Romano Prodi, comentó que un país y un gobierno no pueden no tener en cuenta este caso y reflexionar sobre él y consideró que se había abierto un debate que “se tendrá que continuar”.
Desde la coalición conservadora en la oposición, el diputado de Forza Italia Enrico la Loggia, destacó que la muerte de Welby es un acto “ilegal” y denunció que el Partido Radical está haciendo “una bárbara instrumentalización del caso”, pues para solicitar un debate en el Parlamento “hay otras razones y otros métodos”.
El diputado de la democristiana UDC Luca Volonté pidió a “la autoridad judicial que arreste al culpable de este homicidio, castigado por las leyes del Estado y que no puede quedar impune”.
Para la familia de Welby, lo importante ahora es que “no se olvide a Giorgio y su batalla” y se recuerde “la determinación que tenía para pedir su deseo”.
Welby se encontraba postrado en una cama desde 1997 y vivía gracias a un ventilador pulmonar.
Lo que significa
El término eutanasia deriva del griego “eu” –bien– y “thanatos” –muerte–. Según la Real Academia española es “la acción u omisión que, para evitar sufrimientos a los pacientes desahuciados, acelera su muerte con su consentimiento o sin él”. La práctica de la eutanasia puede derivar según la Ley italiana en una sentencia de hasta 15 años de cárcel. La postura de la Iglesia Católica es contraria a la eutanasia y al suicidio asistido.
Cóctel de sedantes
El médico Mario Riccio dijo que suministró a Piergiorgio Welby un cóctel intravenoso de sedantes y que luego retiró el respirador, en presencia de la esposa del enfermo, familiares y amigos.
El proceso tomó 40 minutos y Welby fue declarado muerto a las 23.30 hora local del miércoles, precisó Riccio.
Un político que estaba en la habitación dijo que las últimas palabras de Welby fueron: “Gracias, gracias, gracias”. Su hermana Carla criticó a Italia por mantener vivo al enfermo en contra de su voluntad.
Sólo Suiza, Holanda, Bélgica y Oregon, en Estados Unidos, permiten el suicidio asistido de los enfermos terminales.