El cantante, que esta semana estará en Madrid, Bilbao y Barcelona, forma parte de los privilegiados que se ganan bien la vida en el mundo de la música, ya que a lo largo de su carrera vendió más de 65 millones de discos.
No obstante, lamenta la triste situación de la mayor parte de los músicos y compositores, que ven cómo su trabajo corre por internet sin que ellos “vean ni un centavo”.
“Las cosas cambiaron mucho”, asegura el canadiense, que grabó su primer disco en 1980. Pero hay cosas que siguen igual, como las ganas de Adams de seguir componiendo y editando discos nuevos.
El autor de Heaven podría vivir de las rentas y dedicarse a reeditar sus grandes éxitos, cosa que también hace, pero periódicamente saca a la luz nuevas canciones, como acaba de hacer con Get up, un disco que lanzó en octubre último.
Los temas de este álbum son la espina dorsal de los conciertos que está ofreciendo en España, aunque tampoco faltan sus hits, “esenciales cuando vas de gira”, asegura.
Adams no reniega de sus clásicos y los interpreta en directo de buen grado, pero nada le da más placer que tener un nuevo disco del que se sienta satisfecho, que es exactamente lo que le pasa ahora.
Get up es un álbum “muy roquero” que enlaza con Reckless, según su autor, que cree que este “viene a ser una continuación” de aquel que le lanzó a la fama hace treinta años. Tras una serie de discos muy nostálgicos, como el de versiones Tracks of my years, del que ahora reniega, y la reedición de Reckless con motivo de sus 30 años, Adam volvió a componer y sus nuevas creaciones enlazan con las de sus inicios. EFE