La nueva información interceptada por la sonda Maven, que hace seis años estudia la atmósfera marciana, reveló que hay olas y espirales sobre los polos de invierno, al mismo tiempo que se confirmó que este resplandor nocturno era más brillante en las regiones polares.
Pese a que, en términos de ultravioleta, las pulsaciones marcianas son tan fuertes como la aurora boreal, estas son detectables únicamente por instrumentos especializados, es decir, no son visibles a los ojos humanos, señaló Sputnik en una publicación este lunes.
La NASA recreó lo sucedido el jueves último a través de una animación en su cuenta oficial de Twitter y refirió que el efecto de lo que se ve fue porque el cielo nocturno marciano destella luz ultravioleta y, aparentemente, lo hace tres veces por noche y solo durante la primavera y el otoño de este planeta.
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El equipo responsable de coordinar MAVEN se sorprendió con el nuevo descubrimiento y detallaron que los nuevos datos además revelaron inesperadas ondas y espirales sobre los polos de invierno, justamente donde este resplandor nocturno es más brillante.
“Las imágenes de MAVEN ofrecen nuestra primera visión global de los movimientos en la atmósfera media de Marte, una región crítica donde las corrientes de aire transportan gases entre las capas más bajas y más altas”, dijo Nick Schneider, del Laboratorio de Física Atmosférica y Espacial (LASP) de la Universidad de Colorado.
“El brillo ultravioleta proviene principalmente de una altitud de aproximadamente 70 kilómetros, con el punto más brillante de aproximadamente mil kilómetros de ancho, y es tan brillante en ultravioleta como las luces del norte de la Tierra”, aseguró Zac Milby, también de LASP.
Milby agregó que “desafortunadamente” la composición de la atmósfera de Marte hace que estos puntos brillantes no emitan luz a longitudes de onda visibles que les permitan ser vistos por futuros astronautas del planeta rojo.
“Es una lástima, ya que las zonas brillantes se intensificarían por encima de cada noche después del atardecer y se desplazarían por el cielo a 300 kilómetros por hora”, explicó.
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Sonal Jain, otro integrante de LASP, adelantó que los principales descubrimientos de la sonda MAVEN sobre la pérdida de la atmósfera y el cambio climático muestran la importancia de estos vastos patrones de circulación que transportan gases atmosféricos desde la superficie hasta el borde del espacio.
El próximo paso será mirar el resplandor nocturno “de lado” en lugar de mirar hacia abajo desde arriba, utilizando datos tomados por el espectrógrafo ultravioleta que se encuentra justo por encima del borde del planeta.
Esta nueva perspectiva se utilizará para comprender los vientos verticales y los cambios estacionales de Marte con mucha mayor precisión, expuso por su parte el diario Clarín.