La nieve que ha caído en el norte de Francia, en particular en la noche del miércoles al jueves, ha provocado cientos de kilómetros de atascos, problemas de circulación y la suspensión de muchos transportes públicos.
Se han contabilizado más de 1.100 kilómetros de retenciones acumulados en todo el país, según el organismo de vigilancia del tráfico Bison Futé, y eso significa mucho más de lo habitual, en gran parte por el mal tiempo.
Las precipitaciones de nieve en las últimas horas se han producido en las regiones de Normandía, Ile-de-France, Hauts-de-France y Champagne-Ardenne, y durante el día van a desplazarse por el noreste hasta Alsacia, en la frontera alemana.
Météo France explicó en su página web que se habían acumulado entre 2 y 10 centímetros de forma general, y hasta una quincena localmente. En la región de París hay entre uno y cuatro centímetros, y la empresa RATP que gestiona el transporte metropolitano interrumpió a primera hora de la mañana la circulación de autobuses, aunque se reanudó progresivamente.
También se ha restringido la circulación de camiones y se ha anulado el transporte escolar en otros muchos departamentos del norte de Francia.
El aeropuerto alemán de Fráncfort, por su parte, retomó hoy la actividad, aunque con numerosas cancelaciones, tras tener que paralizar temporalmente el miércoles todas sus operaciones debido al hielo y a las fuertes nevadas en país.
Según una portavoz del gestor aeroportuario Fraport, citada por los medios, más de 300 de los 1.000 vuelos –el pasado jueves– en Fráncfort han tenido que ser cancelados.
Bélgica y Luxemburgo continúan este jueves en alerta por las condiciones meteorológicas adversas, con nieve, granizo y hielo en la mayor parte de sus territorios, lo que ha llevado a las autoridades de ambos países a declarar la alerta amarilla.
Las heladas nocturnas se generalizarán en el interior del país, por lo que también “habrá que estar atentos” a la formación de placas de hielo o de nieve dura, señaló el instituto meteorológico belga. EFE