Los aficionados hicieron cola durante horas antes de que las tiendas abrieran en ciudades como París, Nueva York y Tokio, por tal de hacerse los primeros con una copia de Tears of the Kingdom (Lágrimas del reino).
“He comprado la edición de coleccionista, ha sido increíble”, dijo a AFP un sonriente Daniel Olivo, un turista mexicano que aprovechó una pausa durante sus visitas en Tokio para hacerse con el juego, que dice conocer “desde que tenía cinco años”.
“Quiero volver a encontrar los mismos espacios abiertos y las aventuras de ediciones anteriores”, añadió en la capital japonesa Yutaka Hirai, un aficionado de 30 años que dice haber empleado “más de cien horas” jugando con la entrega anterior.
“Estoy enloqueciendo porque han sido seis años de espera por este juego”, declaró a AFP en París Taylor Meguira, de 19 años, mientras esperaba en la fila.
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“Cuando salió Breath of the Wild fue una verdadera revolución”, agregó sobre la anterior entrega de la saga, de 2017. “Saber que hay una secuela que saldrá en una hora o menos es increíble, me hace muy feliz”, añadió mientras esperaba la apertura de la tienda.
Las primeras opiniones sobre esta nueva entrega de Zelda le dan una nota de 97 sobre 100 en Metacritic, una web especializada en recopilar reseñas.
El juego, basado en las hazañas de la Princesa Zelda y el guerrero Link, vendió 125 millones de copias en todo el mundo desde su primera edición en 1986.
“Un pionero”
El juego cimentó el concepto de “mundo abierto”, en el que el usuario tiene la libertad de moverse por un paisaje virtual. Una idea luego retomada por juegos muy populares como Grand Theft Auto y Skyrim.
Su principal desafío este año será aumentar los ingresos del gigante japonés de los videojuegos y prolongar la vida de su consola Switch, que según los expertos está en sus últimos días tras siete años en el mercado.
El primer episodio de la saga, The Legend of Zelda (La leyenda de Zelda), llevó a los jugadores a un universo desconocido y en gran parte sin instrucciones.
Su creador, Shigeru Miyamoto, se inspiró en sus viajes de infancia por el campo japonés para crear paisajes de bosques, lagos, cavernas y montañas.
Fue un éxito desde el inicio y marcó a generaciones de aficionados a los videojuegos.
Y sin embargo, su lanzamiento en los años 80 fue una apuesta por parte de una empresa hasta entonces conocida por juegos de formato muy diferente, como Donkey Kong o Super Mario Bros.
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“La potencialidad del juego era enorme, en una época en la que la mayoría se terminaban en una hora o dos”, recuerda Kiyoshi Tane, especializado en la historia de los videojuegos.
“Fue una especie de pionero, dentro de lo que los juegos de mundo abierto iban a resultar ser”, añade.
Tiempo más tarde, hacia 2010, Nintendo se encontró sin embargo con que sus nuevas ediciones no causaban el mismo furor. Los diseñadores repensaron el juego y lanzaron Breath of the Wild, que desde entonces ha sido la edición con mayor éxito de ventas de Zelda.
Las proyecciones de resultados de Nintendo para este año no son muy halagüeñas, pero Charles Louis Planade, analista de Midcap Partners, cree que Tears of the Kingdom podría convertirse “en el videojuego con mayores ventas de la historia”, y recaudar hasta 1.000 millones de dólares.
La nueva entrega podría ser “de lejos el mayor contribuyente a las ventas de Nintendo este año”, abundó Serkan Toto, analista de Kantan Games.