“Los golpes de Estado, que han significado torturas, desapariciones forzadas, ejecuciones y asesinatos, no deben tener nunca más lugar en las Américas. Debemos ser capaces de darle a nuestras democracias las mejores instituciones, las mejores soluciones a la gente. No hay lugar para esto”, dijo el secretario general de la OEA, Luis Almagro, en su discurso.
Almagro felicitó a Paraguay por la selección del tema de integración y seguridad, algo que es prioritario para la región, e instó a proveer a las instituciones más recursos, a la Policía, la Fiscalía y Poder Judicial, además de integración de gobiernos y países para las soluciones en el hemisferio.
“La integración de nuestros países y dentro de nuestros países son fundamentales para evitar ciclos viciosos relacionados con el crimen organizado y la violencia”, manifestó.
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En ese sentido, dijo que la violencia y la inseguridad están estrictamente relacionadas, en muchos casos, a lo que ocurre hoy en el hemisferio, como la trata de personas, la minería ilegal, el tráfico de armas y cada una de las variables o integradas son la principal amenaza en la región y la principal fuente de violaciones de derechos humanos.
De igual manera, señaló las otras formas de violencia que surgen de la desigualdad, de la inequidad, de la pobreza, formas de violencia que son durísimas. También la discriminación que surge de una conciencia de clase alta, de clase apoderada, de la conciencia del machismo, de la conciencia de la piel blanca y de determinada locación geográfica, porque a partir de ahí se discrimina a pobres, a mujeres, a población LGBTI, a indígenas, a afrodescendientes, campesinos y poblaciones rurales.
“Como humanos, como hermanos de las Américas debemos ser otra cosa. Cada vez que se discrimina a alguien se están afectando sus derechos, se les está mirando desde arriba, se está negando a esa persona que sea igual a nosotros, afectando la cultura misma; se está trasgrediendo lo más básico de nuestras relaciones humanas”, remarcó.
Almagro sostuvo que se debe buscar un terreno común y trabajo conjunto, manteniendo la paz para el desarrollo y las nuevas generaciones de niños, enfrentar los crímenes contra la humanidad, contra los otros seres humanos.
“Esta organización (la OEA), que ha aportado a la paz, tiene que seguir aportando a la paz”, agregó Almagro, que liderará su última Asamblea General tras 10 años como titular de la Secretaría General.
El otro anfitrión de la cita, el presidente de Paraguay, Santiago Peña, también se refirió al fallido golpe de Estado en Bolivia y lo tildó de “intolerable e inadmisible”.
“Condenamos enérgicamente cualquier intento de subversión de la sagrada democracia y apoyamos al Gobierno legítimo del compañero Luis Arce”, apuntó Peña.
Más de una veintena de cancilleres de la región son esperados en Paraguay para participar en las plenarias que arrancaron el jueves y en las que también se aborda la situación política y de derechos humanos en Haití, Nicaragua y Venezuela, así como la integración y la seguridad para el desarrollo sostenible de la región.
Fuente: EFE.