Israel y Palestina intercambiaron ayer acusaciones en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde la mayoría de las potencias reclamaron un fin inmediato de las hostilidades, aunque el sólido apoyo de EEUU a las tesis israelíes impidió hasta ahora un mensaje común y una muestra de unidad.
Tras dos reuniones a puerta cerrada esta semana, el Consejo de Seguridad abordó por primera vez en público la última crisis en Oriente Medio y lo hizo en plena intensificación de la violencia sobre el terreno.
Durante la pasada madrugada, los bombardeos israelíes causaron la muerte en Gaza de al menos 42 personas, entre ellas diez niños y 12 mujeres, elevando la cifra total de muertos desde el inicio de la escalada a al menos 188, según el Ministerio de Sanidad de la franja. Del otro lado, continuaba el lanzamiento de cohetes por parte de Hamás y otras milicias contra Israel, donde en total murieron 10 personas y al menos 270 resultaron heridas.
Ante esa situación, el secretario general de la ONU, António Guterres, subrayó hoy que la primera prioridad es que se detenga la violencia cuanto antes. “La lucha debe terminar. Debe detenerse de inmediato. Los cohetes y morteros por un lado y los bombardeos aéreos y de artillería por el otro deben cesar”, dijo Guterres, que advirtió que los combates pueden arrastrar a israelíes y palestinos a una espiral de violencia con consecuencias devastadoras para las dos comunidades y para toda la región. Esos llamamientos a detener la violencia fueron la tónica general en las intervenciones de los miembros del Consejo de Seguridad, que en los últimos días ha estado discutiendo una posible declaración en respuesta a la escalada de la tensión, pero por ahora no ha logrado ponerse de acuerdo.
DIFERENCIAS. Según fuentes diplomáticas, EEUU frenó textos propuestos por otros países, defendiendo que serían contraproducentes y que es mejor dar algo más de tiempo a la diplomacia. China señaló públicamente a Washington, apuntando que únicamente la obstrucción de un país es la que ha impedido que el Consejo de Seguridad hable con una voz sobre la situación en Oriente Medio. “Llamamos a Estados Unidos a asumir sus debidas responsabilidades, tomar una posición justa y, junto a la mayoría de la comunidad internacional, apoyar al Consejo de Seguridad para mejorar la situación, reconstruir la confianza y avanzar una solución política”, señaló el ministro chino de Exteriores, Wang Yi.
China, que este mes preside el Consejo, anunció al finalizar la reunión que va a volver a plantear una declaración común junto a Noruega y Túnez y confió en que en esta ocasión pueda salir adelante.
Mientras tanto, continúan las gestiones diplomáticas para tratar de calmar la situación, con participación de la propia ONU, actores regionales como Egipto y Jordania, y Estados Unidos, entre otros. “Estados Unidos estuvo trabajando infatigablemente a través de canales diplomáticos para tratar de poner fin a este conflicto”, aseguró la embajadora estadounidense, Linda Thomas-Greenfield.
La diplomática defendió que es hora de acabar con el ciclo de violencia y ofreció el apoyo de Estados Unidos para lograr un alto el fuego en caso de que las partes lo soliciten, pero sin solicitar explícitamente el cese de las hostilidades, algo que sí hicieron la mayoría de las potencias, incluidos los aliados estadounidenses.