05 feb. 2025

La oposición mira con cautela una eventual convocatoria

30674978

Críticos. Los senadores opositores deberán analizar el proyecto de reforma de Peña.

Dardo Ramírez

El fracasado intento de articulación que el año pasado encabezó Santiago Peña para impulsar sus reformas mantiene en cautela a la oposición ante un posible segundo llamado del presidente, que busca ahora consenso para su más próximo proyecto, que es la reforma de la Caja Fiscal, y quiere la legitimidad que pueden darle los referentes no colorados.

El senador Rafael Filizzola manifestó que todavía debe analizar en bancada luego de recibir la invitación. Los parlamentarios se encuentran en receso hasta el 1 de marzo. “Vamos a evaluar con mucho cuidado porque no veo que lo conversado el año pasado haya servido de mucho”, resaltó el legislador del Partido Democrático Progresista.

El pasado año los opositores pidieron el cese de las persecuciones, luego de la destitución de Kattya González y las amenazas contra Raúl Benítez, además de la ley de control a las organizaciones sin fines de lucro.

En aquella ocasión, Yolanda Paredes rechazó la invitación por no reconocer a Peña como presidente legítimo. Sostuvo que no tenía nada que hablar con el oficialismo.

Al igual que Filizzola, Celeste Amarilla prefirió no anticiparse a una posición, primero porque los senadores oficialistas todavía tienen pendiente articular la reunión a pedido del Ejecutivo, y segundo, porque considera la reforma un asunto delicado que no puede quedar en una postura individual.

La reforma de la Caja Fiscal es un objetivo de gobierno de Santiago Peña y además es una exigencia de organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La Caja Fiscal actualmente no tiene sostenibilidad y la reforma es un tema sensible, ya que las respuestas al problema podrían ser más endeudamiento o movimientos de los aportes de otras cajas.

Más contenido de esta sección
En una de las conversaciones entre el abatido diputado acusado de narco y el miembro del JEM, ambos coordinan el cobro de cheques que superan los G. 200 millones e implican a un tercero.
Toda una trama de tráfico de influencias habría sido montada entre los diputados colorados Orlando Arévalo y Eulalio Gomes, según la pericia realizada al teléfono del legislador abatido.
Según señala, existen indicios de tráfico de influencias y cohecho pasivo agravado en contra del legislador Orlando Arévalo, las fiscalas Katia Uemura y Stella Mary Cano y la jueza Sadi López.