Alba Rosalía Armoa está imputada por homicidio doloso en carácter de cómplice por el crimen macabro ocurrido en una vivienda asuncena. La mujer es pareja de Bruno Marabel, pero negó que sean novios.
Armoa comentó a los medios de prensa que comenzaron a frecuentarse con más intimidad recién una semana antes de hallarse los cuerpos sin vida.
Confirmó que ambos eran compañeros de trabajo en un local de comidas rápidas. Agregó que el sábado no fue la única vez que acudió a la “casa del horror”, ubicada sobre la calle Oliva casi Montevideo de Asunción, pero que más detalles los daría solamente a la fiscala del caso, Esmilda Álvarez.
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La joven describió a Bruno como un joven carismático y muy bueno en el trabajo, que siempre obedecía a su gerenta de local.
No hizo referencia a si sabía que el joven estaba casado y que en la misma casa donde lo visitaba vivía Dalma María Rojas, su esposa, con sus dos hijos y sus padres, todos asesinados.
En todo momento negó el hecho y no imagina que el joven con el que salía fuera capaz de cometer el crimen.
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Alba dijo que cuando se enteró de lo ocurrido no podía creer lo que estaba pasando y que ella fue quien colaboró con la Policía para dar con el paradero de Bruno, quien le comentó que tenía intenciones de huir. Confesó, al respecto, que el joven se comunicó con ella para decirle que quería retirar un adelanto de salario y huir.
Por el caso también están imputados María Araceli y Marcelo Sosa.
Bruno Marabel, en un primer momento, confesó a los policías haber sido el autor del quíntuple asesinato, pero no dijo lo mismo en su declaración indagatoria ante funcionarios del Ministerio Público.