Desde el 5 de abril de 1976, una de las peores represiones de la dictadura stronista tuvo lugar en el Departamento de Misiones. Los hechos fueron conocidos como La Pascua Dolorosa, por ocurrir en los días de la Semana Santa.
Abraham Cué se denominaba el centro de detención, en las afueras de la localidad de San Juan Bautista de la Misiones, en donde los campesinos pertenecientes a las Ligas Agrarias Cristianas y otras personas que eran opositoras a la dictadura eran conducidos para ser torturados o ejecutados.
El informe de la Comisión de Verdad y Justicia señala que “además de la práctica masiva de detenciones y torturas, la llamada Pascua Dolorosa conllevó acciones directas orientadas a ejecutar extrajudicialmente o hacer desaparecer a varios líderes de las comunidades afectadas que la Policía sospechaba que tenían relación con la Organización Político-Militar (OPM). Uno de los casos más conocidos fue la ejecución de Silvano Ortellado, que fue detenido, delante de sus hijos, y por último asesinado”.
En el operativo realizado por la dictadura también hubo muchos desaparecidos. La Comisión de Verdad y Justicia recuerda que “empaquetados” fue el lenguaje que la Policía usaba en sus informes internos para referirse a personas ejecutadas extrajudicialmente y desaparecidas, así como las entregadas a otra sección.
La Comisión registró 27 casos documentados de ejecución y desaparición, del caso denominado Ligas Agrarias y OPM. Camilo Almada, alias Sapriza, fue señalado por todos los detenidos, según los testimonios, como la persona que torturaba con mayor crueldad.