Los temas que ocupan a Soledad, la protagonista encarnada por la excelente actriz argentina Inés Efrón, son los mismos miedos que pueden asaltar a todo el mundo cuando se trata de asuntos del amor y sus contrariedades, señaló Carranza hoy jueves en entrevista con Efe.
Fotograma de la película argentina “Amorosa Soledad”, protagonizada por la actriz argentina Inés Efrón y el actor Nicolás Pauls y exhibida en el Festival de Cine de Río de Janeiro (Brasil). EFE | Ampliar imagen
Su película fue presentada en sesión de gala en el Festival de Cine de Río de Janeiro y tuvo una “completamente cálida acogida”, según sus propias palabras.
“La impresión que hemos tenido es la mejor. La gente se rió mucho y las salas estaban llenas”, dijo Carranza, pocas hora antes del fin del que se ha consolidado como uno de los más importantes festivales de cine de latinoamérica.
Galardonada recientemente con el “Premio de la Juventud”, del Festival de San Sebastián, esta ópera prima de Carranza (más conocido como asistente de dirección en su país) y también dirigida por la guionista Victoria Galardi, tuvo también anoche su estreno latinoamericano, meses antes de su esperado ingreso a las salas de cine de Argentina.
La simpatía despertada en el público carioca “acaso tiene un poco que ver con que no necesariamente las historias tienen que ser gigantes, una historia pequeña puede encontrar lugar en cualquier lugar”, opinó Carranza.
“A la gente le gusta y quiere ver comedias, no sólo miseria y favelas”, dijo sobre las otras realidades de grandes metrópolis como Buenos Aires o Río de Janeiro.
“No renegamos de lo que se cuenta en el cine argentino, pero se puede contar otras cosas”, dijo sobre la búsqueda de universalidad con una historia que transcurre en una ciudad que no necesariamente recuerda a Buenos Aires.
Esta comedia romántica liviana sedujo al público de Río con su fino humor, la acertada dirección y con la estupenda actuación de Efrón, una chica contradictoria, como muchas.
La zafra argentina de nuevos directores ocupó un lugar especial, con varios títulos en cartelera en este Festival, lo que fue una rara oportunidad de acceder al cine suramericano en un circuito comercial brasileño que, como el de casi todos los países, es controlado por las producciones de Hollywood.
Esta película intimista, basada en amores y desamores de una chica común y corriente aunque hipocondríaca, demuestra la posibilidad de hacer cine de una forma diferente, con creatividad y calidad, apelando a temas minimalistas pero universales, aunque se cuente con pocos recursos, reiteró Carranza en la entrevista.
A Soledad la impulsa primero el despecho tras terminar con su novio, después dice que decide estar sola por dos años pero hace todo lo posible por no estarlo.
Es una apuesta de quien se enamora y sabe que corre el riesgo de ser feliz y de sufrir, observa Carranza.
“Es una película femenina, pero también a los hombres les gusta. Todos los hombres tienen o tuvieron o van a tener una relación parecida a la de Soledad”, opinó.
El cine argentino ha pasado por baches y subidas, con años en los que sus producciones son más exitosas y otras menos, pero en todo caso es una continuidad desde hace 15 ó 20 años, observó Carranza.