Resistencia es el nombre que lleva una pequeña perrita que fue adoptada por el electo presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y su esposa, Rosângela Lula da Silva, más conocida como Janja, a finales de 2019.
Se trata de una mascota que permaneció por un total de 580 días a la intemperie frente mismo al campamento Lula Livre, en Curitiba, donde se encontraba preso el ex presidente del vecino país.
La perrita se convirtió en la mascota de campaña de Lula da Silva y, envuelta en un pañuelo rojo, conquistó el corazón de la futura primera dama, quien no dudó en acogerla, llevarla para un baño en una tienda de São Paulo, además del veterinario.
Medios del vecino país la calificaron como una especie de “Cenicienta del mundo animal”, debido a que tras su precaria forma de vivir, desde el 1 de enero de 2023 podrá disfrutar de un enorme jardín, una piscina, vistas panorámicas y las mejores comidas en el Palacio de la Alvorada.
El nombre de Resistencia ya le fue asignado por parte de los militantes, quienes por casi dos años la alimentaban y protegían en las inmediaciones del campamento.
Luiz Inácio Lula da Silva, quien gobernó Brasil entre 2003 y 2010, estuvo preso desde abril de 2018 hasta noviembre de 2019, por un caso de corrupción.
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Su libertad se dio tras la resolución que emitió la Corte Suprema de Brasil estableciendo que un condenado solo puede ir a prisión una vez haya agotado todos sus recursos.
El pasado 30 de octubre, el ex mandatario brasileño fue electo nuevamente durante las elecciones presidenciales en el vecino país, por lo que ahora espera asumir el cargo de presidente en enero próximo y mudarse al Palacio de Gobierno.
La transición de poder está recogida en la legislación brasileña y debe iniciarse 48 horas después de las elecciones, que venció Lula en segunda vuelta por una ajustada diferencia de 1,8 puntos porcentuales (50,9% - 49,1%) sobre el actual gobernante, Jair Bolsonaro.