Pero se guardó la información. “Leite no muestra facturas de ONG y cae en inconsistencias”, tituló en portada el martes el diario Última Hora. En un acto de incoherencia absoluta no mostró cómo administra los fondos confiados a su familia con monseñor Edmundo Valenzuela como abogado de la fe. Como excusa prometió que lo haría si las otras oenegés muestran sus facturas. ¿Tiene los papeles en regla o está ganando tiempo para acomodar cifras? ¿O no puede justificar los gastos de la organización dedicada a la recuperación de adictos con la única herramienta de la oración? Muchos millones de Itaipú y donaciones privadas para rezar el rosario, dijo más de un desconfiado. Como constatación de las dudas sobre la efectividad del método, se ventiló que un familiar cercano no logró superar la prueba en varias asociaciones hermanas del exterior.
La hermana Regina Sian, que hace medio siglo trabaja en la recuperación de diversas adicciones y de reconocido trabajo social, nunca recibió nada de las autoridades religiosas ni estatales. “Jamás el Estado me dio ni siquiera para comprar un café con leche”, aseguró. Claro, ella no tiene conexiones con el poder político ni eclesial que sí privilegiaron a Leite con sus generosas donaciones. Aún así, continúa su labor gracias a “la caridad de la gente buena que me ayuda; yo soy la primera limosnera”, admitió sincera y con un optimismo envidiable.
A pesar de las incoherencias, las inconsistencias, la admisión de ser una abierta persecución, confesadas en el audio de Leite, el proyecto de ley “Que establece el control, la transparencia y la rendición de cuentas de las organizaciones sin fines de lucro”, también conocida como ley garrote o antioenegé, fue aprobada a libro cerrado con 31 votos en el Senado, incluidas las “boludeces de Peña”. Toda la bancada colorada, cartistas y disidentes tibios, excepto la senadora Blanca Ovelar, aprobaron la ley. Por supuesto, dieron prueba de su lealtad absoluta los satélites ex liberales cartistas Dionisio Amarilla, Hermelinda Alvarenga, José Pakova Ledesma, Édgar López y Noelia Cabrera, y los ex payistas Chaqueñito, Yami Nal y Zenaida.
La sesión fue vergonzosa, soberbia, de barricada. No les bastó la mayoría aplastante. Tenían que jactarse de sus números con bravata de autoritaria. El presidente del Congreso, Bachi Núñez, que anda haciendo un gran esfuerzo para superar su estilo bravucón moderando su discurso y mostrarse más abierto y conciliador, rompió ese día su camisa de fuerza dando rienda suelta a su verdadero yo, retomando sus guantes de box para señalar que está “para combatir a estos oenegeros que tienen que lamerles la suela del zapato a nuestros dignos hurreros que se van a vibrar con nuestros partidos tradicionales por el color de su pañoleta”.
Pero Leite siguió dando (malas) noticias. Luego de su escandaloso audio, la ONG que maneja con su familia con fondos públicos sin transparentar, ahora aparece detrás de modificaciones de una ley de biocombustibles hecha a la medida de su socio en la Asociación Cenáculo, Carlos Morínigo. El empresario alcoholero retribuyó el favor convenciendo a empresas vinculadas al sector a donar a la oenegé de Leite. Una puerta giratoria que rota sin parar para beneficio de la hermandad.
PELIGROSO ESCENARIO. Con todo lo denunciado y demostrado, crecen las voces nacionales e internacionales que se elevan pidiendo a Santiago Peña que no avale una ley que nació para la persecución política. Es casi un hecho que el presidente promulgue la ley argumentando que suavizó los términos y que lo aprobado es su versión.
Pero los acontecimientos le siguen dando argumentos para vetar la ley. Como la manipulación de los datos que envió la DNIT a la CBI. Tan escandalosa fue la mentira repetida por Dionisio Amarilla y los demás miembros atribuyendo cifras astronómicas a las satanizadas oenegés, que Óscar Orué se vio obligado a salir a aclarar los datos. “Desde todo punto de vista, todas las organizaciones cumplen con las obligaciones legales en el territorio paraguayo. Eso ya es un juicio de valor que no sé quién hizo, pero que no puedo avalar ni estar de acuerdo con eso”, refutó molesto por la aviesa manipulación.
La persecución a la sociedad civil no es la agenda de Peña. No es posible que la mentira, la polarización, el hostigamiento, la desinformación de un Congreso que le boicotea sus puentes con la sociedad y envenena sus relaciones con la comunidad internacional tengan la recompensa de la promulgación presidencial.
TEXTUAL
“Ese número brindado por la DNIT a la comisión garrote es cierto, pero incluye en los montos de clubes sociales, federaciones de comerciantes y otras organizaciones de gran fuerza económica, clubes deportivos, como Cerro Porteño, Libertad y Olimpia, la Feprinco, partidos políticos, la Fundación Ramón T. Cartes. Eso hay que decir claramente. Eso sacaron de su cabeza. Agarraron al bulto y dijeron que hay 6.000 organizaciones que manejan USD 1.700 millones y hablan de 4 o 5 oenegés que a ellos no les gusta. Lo que están haciendo es manipular información para mentir, descalificar y perseguir a organizaciones que perciben que tienen un discurso crítico contra el Gobierno”. (Rafael Filizzola, senador PDP)
CONVENCIÓN LIBERAL. La asamblea decidió acortar el mandato de Hugo Fleitas, pero el problema del PLRA no es jurídico, sino político. Sin diálogo no habrá arreglo, y solo empeorará su agonía.
ANADELIA. Tal es el nombre de una persona repudiada por su propio movimiento político por estafar a humildes familias. Se quedó sin zoquete en Diputados. Pero ¿cuántas Anadelias siguen sueltas?
JUBILACIÓN VIP. El presidente Peña solicitó al ministro de Economía expedirse sobre la jubilación de privilegio de los parlamentarios. ¿Se atreverá Fernández Valdovinos a ponerle el cascabel al gato?
TRAGEDIA NACIONAL. El 70% de 15.000 docentes se aplazaron en un concurso público para acceder a un banco de datos. Los datos arrojados tras el examen ratifican la catástrofe de la educación pública.
