Todo el mundo reconoce esa sensación de resaca después de aperitivos, cenas y brindis en las fiestas navideñas. Pues bien, ¿sabías que esa misma resaca la sufre también tu piel y que, además, acelera su proceso de envejecimiento?
“Es esencial seguir una dieta antiinflamatoria, cuando somos jóvenes”, explica la doctora en medicina estética María José Burgués, quien asegura que cuando se es joven se metaboliza unas tres copas de alcohol en unas cinco horas.
Si embargo, partir de los 40 años, esta metabolización necesita días y la piel pasa por periodos de deshidratación y luego de glicación, “es como si se caramelizara, cristalizara, produciendo un declive de colágeno y elastina y una cascada brusca de envejecimiento”, añade la doctora.
Este es el motivo por el que, tras una noche en la que las copas están de por medio, al mirarnos al espejo vemos la piel mucho más inflamada, con un tono apagado y con las líneas de expresión o incluso las arrugas mucho más marcadas.
“Solemos esforzarnos en hacer en diciembre muchos tratamientos para llegar a Navidad con una piel espectacular y, en dos noches, echamos todo por la borda”, dice Raquel González, directora de educación de Perricone MD.
Elisabeth San Gregorio, directora técnica de Medik8, explica que: “Los alimentos ricos en azúcar glican la piel, mientras que los muy salados la deshidratan profundamente, al igual que el alcohol. Por eso, hay que ser comedido en la ingesta de estos ingredientes”.
Según las expertas, esa inflamación puede durar días. Lo más adecuado es, si uno quiere darse un capricho, hacerlo de manera moderada y seguir antes y después de estas ingestas una dieta antiinflamatoria que contrarreste un poco los efectos de los festines navideños.
Cómo contrarrestar los excesos navideños
Con una dieta rica en ingredientes antiinflamatorios, de forma que la piel y el organismo estén equilibrados. Estos alimentos conviene ingerirlos antes de las copiosas cenas, para que la piel esté preparada y pueda contrarrestar los efectos negativos.
Aceite de oliva virgen extra. Contiene altos niveles de polifenoles como el hidroxitirosol (un protector antioxidante que solo se encuentra en altas concentraciones en esta clase de aceite de oliva).
Verduras verdes. Una sopa a base de brócoli, espinacas o espárragos verdes es una magnífica opción para obtener nutrientes y antioxidantes como la vitamina C, el calcio o el magnesio, que frenan el envejecimiento.
Además, estas verduras de hojas verdes contienen una alta proporción de agua, aportando hidratación a la piel desde dentro. Siempre que sea posible se optará por alimentos frescos o congelados al natural, evitando los envasados procesados, ya que incluyen cocciones excesivas, destruyen nutrientes, además de añadir a los alimentos un exceso de sales y azúcares.
Fresas y frutos rojos o del bosque. Potentes antioxidantes con bajo contenido glicémico son claves para conseguir un rostro más joven y lleno de vitalidad. Además, ayudan a reducir la grasa corporal acumulada, que normalmente se fija a través de alimentos con un índice glicémico superior a 50.
Lácteos naturales orgánicos, sin edulcorantes y bajos en sal. El Dr. Perricone recomienda, en general, consumir productos ecológicos, y aún más en el caso de los lácteos que formarán parte de la dieta antiaging, que es básico que estén exentos de BGH (hormona del crecimiento bovino).
Entre los dos más recomendados se encuentran el yogur natural orgánico (sin azúcar ni edulcorantes añadidos) y el kéfir. Ambos contienen importantes bacterias para la salud intestinal y mejoran la digestión. Ciertos quesos también están permitidos: se recomiendan los sólidos, como el feta, evitando los triple grasos y los muy salados.
Avena en copos. Rica en fibras, grasas monoinsaturadas y proteínas, ayuda a controlar el colesterol y la presión arterial, además de mejorar el sistema digestivo, regular el azúcar en sangre y proteger el organismo contra el cáncer.
Plantas aromáticas y especias. El Dr. Perricone recomienda ciertas especies que, además de dar sabor a las comidas, tienen propiedades antiaging, como la cúrcuma.
Té verde. Es una de las bebidas clave de la dieta antiaging Perricone con más propiedades antienvejecimiento confirmadas científicamente. No solo contiene polifenoles de catechin, (antioxidantes que estimulan el metabolismo y frenan el envejecimiento), sino que también contribuye a impedir la absorción de las grasas perjudiciales, reduciéndola en un 30%.
Agua mineral. La deshidratación dificulta la metabolización de las grasas y, por lo tanto, impedirá que el organismo elimine los residuos, además de fomentar el desarrollo de los compuestos inflamatorios. Importante beber agua.
Cacao puro en pequeñas dosis. Sí, el chocolate es bueno para frenar el envejecimiento, pero en pequeñas dosis y sin leche, lo más puro posible. Es un potente antioxidante que evita el ataque de los radicales libres y, gracias a su alto contenido en magnesio, regula los niveles de azúcar, ayuda a fijar el calcio, controla la flora intestinal y protege el sistema cardiovascular.