21 nov. 2024

La política de los hechos consumados

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El Gobierno de Santiago Peña/Horacio Cartes tuvo estos días su examen más difícil y hasta una humillación política sin precedentes. Todo por su brutal estilo de hacer política con prepotencia y arrogancia tomando decisiones sin la mínima lectura de la realidad y por atropellar las instituciones.

En medio de la batalla con los estudiantes universitarios que se movilizaron en todo el país para exigir garantías reales para blindar el arancel cero, el Senado se vio obligado a revocar la polémica resolución de desdesafuero, que devolvía el blindaje a Erico Galeano, Hernán Rivas y Rafael Filizzola.

No se puede decir que cometieron dichos errores porque no se les alertó con tiempo. Antes de la aprobación meteórica de la ley estrella del Gobierno, el plan Hambre Cero (merienda escolar), los sectores afectados por la eliminación del Fonacide solicitaron al oficialismo dialogar y negociar al solo efecto de asegurar los fondos para la continuidad de los procesos. Los estudiantes universitarios tomaron la bandera y dieron la batalla para blindar el Arancel Cero y otros programas afectados. El Gobierno, confiado en su mayoría propia en ambas cámaras, tomó el camino de siempre: De espaldas al que piensa distinto arrolló con los votos de sus bancadas y sus desvergonzados satélites. Los estudiantes no se amilanaron con los arrogantes mensajes lanzados por el presidente Peña (“son una minoría ruidosa”), del ministro de Economía, Carlos Fernández, (“no aprecian la macroeconomía, parecen estudiantes de la UNA”), del siempre bruto diputado Yamil Esgaib (“son akané y tavy kaka), y del líder del bloque cartista en Senado, Bachi Núñez, quien minimizó la protesta de “100 estudiantes”. Cuando el escenario empezó a tomar otro color y la protesta estudiantil fue ganando simpatía ciudadana, tomaron nota. Siempre desde la verticalidad plantearon soluciones: Crearon una cuenta exclusiva en el BCP para garantizar los fondos. No convenció porque los estudiantes exigieron incluir los derechos de los demás programas afectados vinculados a la salud, investigación e infancia en una ley. El Gobierno quiso resolver solo una parte del problema, pero los generosos universitarios no estaban dispuestos a ceder y a caer en la trampa individualista y polarizante del oficialismo. Lo demostraron con una manifestación multitudinaria en Asunción con réplicas en todo el país. Eso obligó al Gobierno a sentarse a negociar y el viernes, luego de 7 horas de intercambio de información y diálogo tenso, firmaron una carta de compromiso para establecer mesas de trabajo con todos los representantes de los programas afectados que quedan en el limbo por la ley Hambre Cero. Fue el cierre de un capítulo complicado para un Gobierno que se niega a ver que existe una sociedad que no se compra con cargos públicos, licitaciones o los cientos de privilegios que tiene el Estado y que usa para acallar voces o comprar conciencias. Por ello, les cuesta establecer puentes con esa sociedad que reclama derechos y habla en plural, en tono incluyente.

FUERO Y ATROPELLO. Cuando el Senado aprobó la restitución de fueros de Hernán Rivas (procesado por el escándalo de título falso de abogado) y de Erico Galeano (lavado y asociación criminal) como vendetta por el no desafuero de Mario Abdo Benítez, la comunidad política y jurídica pegó el grito en el cielo por lo inconcebible de la decisión. Haciendo uso de su brutal mayoría y su bestial visión de la política, aprobaron una resolución a tambor batiente. No existía una sola justificación para semejante atropello. Se les alertó. Hicieron caso omiso, generaron un caos jurídico y una innecesaria crispación política. Tan desatinada decisión no tuvo siquiera la venia de sus fiscales y jueces a medida, que salieron a trancar con la resolución legislativa. “Nulo de toda nulidad”. El cartismo, que compra y atropella todo a su paso, no comprende que no todo está a la venta o que existen personas que no se dejarán intimidar ante sus amenazas. Cuando vieron que ni fiscales ni jueces avalarían su brutal decisión y ante mensajes de que la Corte Suprema votaría en bloque contra el Senado, se vieron obligados a anular la restitución de fueros. “Por la patria, por la paz, por la democracia”, admitió Bachi Núñez tragando saliva ante la “nueva reculada”. Pero nada de esto augura un comportamiento más racional y democrático del grupo que maneja el Gobierno, porque el cartismo hace política desde la óptica de la vendetta y apuesta a los hechos consumados. Por ello, a pesar de estos errores que se vieron obligados a asumir y enmendar, seguirán girando la tuerca y si la sociedad no reacciona, si los medios no denuncian, si los actores claves no salen a cuestionar sus métodos, como lo hicieron los estudiantes, seguirán arrasando instituciones y desterrando a quienes se opongan a sus proyectos. Es un largo y extenuante camino el que queda por andar. El nuevo gobierno ya parece viejo en sus apenas 8 meses de mandato por la grosera bicefalía del poder y los errores causados por sus propios miembros.

Mientras tanto, solo resta aplaudir a los universitarios, que demostraron que la juventud es sinónimo de cambio social y político y que son el oxígeno que toda sociedad necesita para despertar de su modorra.

Textual
“El capital (inversiones) no llegó porque el Gobierno se puso en contra de la comunidad internacional desde el principio. Y cuando te ponés en contra con la excusa de que sos soberano, tampoco los otros te darán más pelota. El tema del convenio con la Unión Europea, que hizo levantar a toda la comunidad internacional para explicarle que no se puede hacer lo que estaban intentando hacer, para mí dejó secuelas. (Ahora) Están reflotando la ley de financiación de las oenegés, que es una forma de atacar no solo al financiador, sino a los Estados con los cuales debería tener relaciones comerciales. No son los Estados los que invierten, pero el inversor no va a hacer nada en contra de su país”. Marcelo Lacchi, politólogo

Lo que hay que saber

NUEVO NUNCIO: La llegada de Mons. Vicenzo Turturro, nuevo nuncio apostólico del papa Francisco, marca una nueva época y oxigena el relacionamiento eclesial con el Gobierno.

MALAS COMPAÑÍAS. Una investigación brasileña vincula al diputado cartista Lalo Gómez con la fuga del narcotraficante Rolando Méndes. El Gobierno prefirió no hablar del delicado asunto.

SIN PLAN SOCIAL. Una vez más, el Gobierno demuestra su falta de plan a la hora de combatir el flagelo de las drogas. El ministro del Interior, Enrique Riera, propone reflotar el servicio militar obligatorio.

CANDIDATURA. Al cumplir los 35 años, Miguel Prieto, intendente de Ciudad del Este, lanzó su precandidatura presidencial, en una prematura largada hacia el 2028 dentro de la oposición.

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