04 dic. 2024

La política exterior

A ocho meses del inicio del actual Gobierno del presidente Santiago Peña, el Paraguay se ha encontrado con desafíos bien conocidos, pero en un escenario geopolítico cambiante. Los posicionamientos que ha venido tomando el Gobierno no han sido siempre fáciles de comprender, en parte porque los protagonistas que lideran las distintas iniciativas no han coincidido en cuanto a fondo y forma. Sin embargo, pareciera ser que con el transcurrir del tiempo “la fuerza de las cosas” se ha venido imponiendo.

Hay tres pilares básicos que son y serán puntos críticos para la política exterior. Nos referimos al manejo de la hidrovía de los ríos Paraguay y Paraná, y a las relaciones bilaterales que se mantienen con relación a las dos hidroeléctricas de Itaipú y Yacyretá. Que la hidrovía funcione bien y los acuerdos bilaterales en torno a las dos represas sean estables y provechosos para el país, constituyen, por sí solas, tres principalísimos activos en cuanto a relaciones exteriores.

En los inicios del actual Gobierno vimos una inflación de expectativas respecto al potencial alcance de una diplomacia presidencial más activa. Por un tiempo, se alentó la idea que, en el caso de Itaipú, con una buena estrategia de negociación y una relación amical con el presidente Lula, se podría llegar a una tarifa de $22 kw, para inyectar recursos en un fondo de desarrollo beneficioso para el país y la integración regional. Hoy se habla de $16.7 kw, y una compensación que sea atractiva para continuar con los proyectos sociales de Itaipú. En el caso de la hidrovía, se había levantado la voz en torno al llamado “peaje” impuesto unilateralmente por Argentina, y se usaba el término “inaceptable”. Hoy se admite el peaje, pero se logró que haya consenso entre las partes como para que no sea una decisión unilateral. La canciller argentina Mondino viajó a Brasil y obtuvo el acuerdo de Brasil para seguir adelante con un acuerdo aprobado por el sector privado interesado en la navegación comercial en la Hidrovia. Según el canciller paraguayo, todo bien con el peaje, ahora sí.

En esas mismas épocas se había hablado de que las relaciones con Argentina mejorarían con la venida de Milei, y eso llevaría a un mejor entendimiento en los temas de la hidrovía y de Yacyretá. Sin embargo, Milei llegó y las cosas no han cambiado; al contrario. Como vemos, el peaje continuó y en el tema de Yacyretá se han reflotado los mismos argumentos que había esgrimido Sergio Massa en su momento. No es Argentina el que le debe a Paraguay, sino Paraguay a la Argentina. Este sigue siendo, pues, un duro hueso de roer.

La venida de Milei a la Argentina ha, en cierto sentido, significado una alteración brusca del esquema geopolítico en el que se mueve el Paraguay. En efecto, el diálogo en torno a la hidrovía y las hidroeléctricas binacionales se deberían mantener en una suerte de asepsia ideológica. Lo que está en juego es nada más y nada menos que el comercio y la energía. Sin embargo, con Milei, la asepsia no existe. El suyo es un discurso que apunta a mantener viva la crispación, intentando reubicar a la Argentina con posicionamientos ultraderechistas. Eso no puede conducir a buen puerto cuando lo que conviene es bajar los decibeles y entrar en el terreno del pragmatismo.

El problema es que los relatos de Milei pueden resultar atractivos para ciertas tendencias ideológicas afines a los libertarios en el propio Paraguay y, a la vez, azuzar la perspectiva del “excepcionalismo paraguayo” que quiere mantener en alto su relación con Taiwán, a contracorriente del resto de la región, así como su defensa a rajatabla de Israel. Cuando lo conveniente en esta coyuntura es recordar el principio de la política pendular. Recordar el país sin litoral que, consciente de sus desventajas geográficas, equilibra las relaciones con Brasil y Argentina. Es esa capacidad la que debería primar. Lo que implica hoy por hoy un entendimiento de los dos grandes polos políticos e ideológicos que circundan la región, navegando entre el progresismo reformista y el fundamentalismo neoliberal.

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