Se trata de la primera ocasión en que la princesa Kate Middleton es vista en público después de que el 22 de marzo anunciase que está siendo tratada con quimioterapia de un cáncer contra el que está haciendo “buenos progresos”, según dijo ella misma este viernes en un mensaje escrito.
Kate, que se mostró sonriente en varios tramos del trayecto, saludó con la mano a las personas que desafiaron a la lluvia hoy en Londres para congregarse en torno a la avenida The Mall, que conduce al Palacio de Buckingham.
La princesa llevaba un vestido blanco de la diseñadora Jenny Packham, con un sombrero blanco y negro de Philip Treacy y el broche del regimiento de la Guardia Irlandesa, de la cual es coronel.
Poco después de las 10:45 (09:45 GMT), salió de Buckingham la carroza en la que se desplazaban el rey Carlos y la reina Camila y solo unos instantes después partió del mismo lugar la carroza negra en la que iba la princesa de Gales junto a sus tres hijos, Jorge, Carlota y Luis.
El marido de Catalina, Guillermo, iba a caballo junto a sus tíos la Princesa Real, Ana, y el duque de Edimburgo, Eduardo, detrás de la carroza de los reyes y delante de la de su mujer e hijos.
Un cuarto de hora después, la comitiva real llegó al área de Whitehall, donde tiene lugar la parada militar que celebra todos los años el cumpleaños oficial del rey (pese a que el real es en noviembre).
En su mensaje difundido el viernes por el Palacio de Kensington -su residencia oficial- junto a una foto reciente, la princesa dijo que está haciendo “buenos progresos”, pero que todavía no está “fuera de peligro” y que su tratamiento con quimioterapia continuará en los próximos meses.
Además, confió en poder estar presente en algunas actividades públicas más este mismo verano, aunque pidió tiempo y espacio para poder recuperarse plenamente.
Saludo de la familia real desde el balcón de Buckingham
El saludo, presidido por el rey Carlos III y la reina Camila, se realizó bajo el vuelo rasante de la patrulla aérea de los Red Arrow de las fuerzas aéreas (RAF), que desplegó los colores de la bandera británica con sus estelas, en un raro momento de tregua de la intensa lluvia que azotó hoy Londres.
El acto de algo menos de diez minutos cerró la ceremonia conocida como Trooping the Colour, el desfile militar con el que se celebra desde hace casi tres siglos el cumpleaños oficial de los monarcas del Reino Unido.
Kate mostró un buen aspecto a lo largo de toda la ceremonia, en la que sonrió de forma constante e intercambió numerosos guiños de complicidad con su suegro, el rey Carlos III, recientemente diagnosticado de cáncer al igual que ella.