La funcionaria comentó que gracias a nuevos instrumentos que facilitan la producción forestal se visualiza un escenario más promisorio, ya que recientes normativas permiten, por ejemplo, los envíos de madera de plantaciones de especies exóticas, como el eucalipto o el pino, para impactar de esta manera en el crecimiento de las áreas con aptitud forestal del país, generando desarrollo económico, social y ambiental.
Otro de los incentivos se traduce en la incorporación del llamado vuelo forestal como garantía real para mejorar créditos, ya que permite que inversionistas sin inmuebles propios puedan acceder a créditos como titulares del Derecho Real de Superficie Forestal.
La línea de crédito para el sector, otorgada por la Agencia Financiera de Desarrollo, a través del Banco Nacional de Fomento, a una tasa del 9,75% anual sobre saldos, hasta 12 años, ajustada al sector forestal, también forma parte de los incentivos hacia quienes tienen la capacidad de pago para la devolución del crédito, ya sea con flujos de efectivo futuros provenientes del propio proyecto de inversión y/o con el flujo de su actividad adicional.
En cuanto al desarrollo sostenible, Goralewski mencionó que una explotación forestal brinda indirectamente 3,5 jornales por hectárea, en un tiempo de 10 a 12 años, que es cuando se percibe el retorno de la inversión. “Una hectárea de eucalipto captura, además, 8,8 toneladas de carbono por hectárea; y si la inversión inicial es, por ejemplo, de USD 2.500, el ingreso a los 10/12 años será de USD 12.500 por hectárea”, especificó.
Cabe recordar que en cuanto a ingreso de divisas durante 2019 se obtuvieron USD 102 millones por envío de productos forestales, lo que representa la exportación de más de 135.000 toneladas, principalmente de carbón y briquetas (75,21%), madera terciada (7,1%) y madera aserrada (5,53%), entre los principales.
subutilización. La funcionaria recordó que aproximadamente hay unas 5 millones de hectáreas en la Región Oriental siendo subutilizadas con ganadería tradicional, que podrían combinarse con producción forestal, ya que cada hectárea de eucalipto ayuda a mitigar los efectos del cambio climático y, combinado con la actividad pecuaria, podría equilibrar las emisiones de metano.
“Se generará así un desarrollo social por el arraigo de la gente en el campo; este es un ámbito de opción muy viable como herramienta para promover el desarrollo sostenible”, mencionó.
“Fondos jubilatorios europeos buscan inversiones a largo plazo”
“En Europa hay muchos fondos jubilatorios que buscan inversiones a largo plazo y sostenibles, mientras que el 80% de los bosques nativos en Paraguay se encuentran en manos privadas, lo cual hoy en día no es rentable, por eso es que se buscan incentivos para aprovechar ese escenario y desarrollar el sector”, apuntó Cristina Goralewski.
Agregó que la exoneración del impuesto inmobiliario a la superficie boscosa en la Región Oriental es un primer paso en el camino para conservar bosques, y que sea rentable. “Para conservar los bosques nativos y aumentar la producción forestal, en Costa Rica, por ejemplo, volvieron a la conservación rentable”, sostuvo.
Desde el Infona se están analizando las experiencias regionales. Un ejemplo citado por su titular es el de Uruguay, que antes exportaba materia prima (eucalipto en rollo) hasta que empresas como UPS instalaron plantas de celulosa, ya que les era más barato invertir en la industria y realizar los envíos de la materia prima manufacturada.
En cuanto a la capacidad instalada en el sector forestal en Paraguay, recordemos que es de 865.392 m3/año, con un 60% de especies exóticas y el resto conformado por especies nativas; con 326 aserraderos/industrias que se dedican al procesamiento.