La llegada de las Vision Pro es un hito para los amantes de la realidad virtual o aumentada, que ven esta tecnología como el próximo capítulo de la vida en Internet después de los teléfonos inteligentes.
Pero dado su elevado costo, así como el flojo éxito de lanzamientos similares y más baratos de Meta (casa matriz de Facebook), las primeras críticas plantearon dudas sobre si las Vision Pro cambiarán las reglas del juego, al menos de momento.
Las Vision Pro son un producto “asombroso”, escribió al respecto el sitio web de tecnología The Verge. Aunque “también representa una serie de grandes compensaciones” que son “imposibles de ignorar”, agregó.
Es “un producto impresionante, uno que se ha estado fabricando durante muchos años y con miles de millones de dólares”, pero “incluso después de probarlo, todavía no tengo idea de para quién o para qué se supone que es esta cosa”, escribió por su parte el diario estadounidense The New York Times.
Los críticos reconocen sin dudas un factor “wow” al apuntar su calidad de imagen de vanguardia y el placer de abrir y cerrar aplicaciones flotando por el espacio usando solo los ojos y los dedos.
Sin embargo, las gafas son pesadas, despeinan al usuario y requieren una batería voluminosa, agregaron.
Apple considera las Vision Pro como su primera incursión en la “computación espacial”, negándose a emplear el término de realidad virtual, típicamente asociado a los aficionados de la tecnología.
Disney se asoció con Apple y aportará 150 películas en 3D en el lanzamiento, anunciaron ambas empresas. Netflix, Spotify y Google declinaron modificar sus aplicaciones para ajustarse a las gafas, por ahora.
Las Vision Pro estarán disponibles en otros países a finales de este año, según Tim Cook, jefe de Apple.
De acuerdo con analistas de Wedbush Securities, Apple debería esperar vender unas 600.000 unidades en 2024.
Más de 600 aplicaciones
Yam Olisker, un youtuber israelí que viajó la semana pasada ‘ex profeso’ a Nueva York para el evento de lanzamiento de este producto de Apple, sí que se compró las gafas de 3.499 dólares, y además, pudo hablar con el CEO Tim Cook y le pidió que le firmara la caja.
“(Le pregunté) si de verdad piensa que este es el futuro, si (las gafas) serán el nuevo iPhone y me respondió que sí”, agrega.
Unas gafas para trabajar
Olisker dice que lo usará para editar sus vídeos conectándolo a su MacBook, ya que así podrá ver su línea de tiempo en una pantalla (virtual) de 30 metros.
Apple busca diferenciarse de otras gafas de realidad mixta, como las Quest de Meta –cuyo último modelo cuestan 499 dólares–, señalando que su producto no es solo para jugar a videojuegos, sino también para trabajar.
En tanto, si un usuario de Apple Vision Pro está, por ejemplo, fregando los platos, tiene la opción de ver un Excel o leer un PowerPoint en la pared de la cocina.
“Ahora va a ser todo muy para un público muy de nicho, pero, con el tiempo, esto va a ser un antes y un después”, dice Marc Alonso, un trabajador de la empresa española Rossellimac Apple Premium, cuyo director ejecutivo invitó a 21 de sus trabajadores a vivir en directo el lanzamiento en Nueva York.
Alonso se compró las Vision Pro de su bolsillo y bromea que ahora mismo ya valen más porque se las ha firmado Cook.
Dice que las usará para trabajar, ya que “tiene un potencial increíble” y que está deseoso de ver qué hacen los desarrolladores, sobre todo los pequeños independientes.
Las gafas ahora cuentan con “más de 600 aplicaciones y juegos diseñados”, que van de las aplicaciones de trabajo de Microsoft 365, como Excel, PowerPoint y Microsoft Teams, a contenido exclusivo en 3D de Disney.