Clarisa Enciso
Una de las frutas más codiciadas y esperada del verano es la sandía. Dueña de un sabor inigualable y refrescante, la sandía es la fruta predilecta de la temporada, pero a pesar de ser tan buscada, también es una de las más temidas, ¿por qué? Porque en torno a ella giran muchos mitos que se repiten generación tras generación y hoy, con ayuda del nutricionista Hugo Aranda aprenderemos la verdad detrás de la Citrullus lanatus.
Mitos y Verdades
Quien no ha escuchado desde pequeño todas las advertencia antes de consumir una rebanada de sandía, “no podes tomar agua”, “cuidado, no podes comer más nada detrás de ella”, “no te bañes ahora, espera tres horas”, “no tomes leche después o antes”, estas y otras muchas advertencias son las que nos dicen cada vez que degustamos un bocado de esta fruta supernutritiva y refrescante. Pero a pesar de las numerosas advertencias y mitos, la sandía es inofensiva, puesto que es una fruta más y puede ser acompañada de cualquier fruta, jugo o bebida. “’No se puede tomar agua después de comer sandía’, quien no habrá escuchado eso en su vida, pues esto es un mito ya que la sandía es una fruta como cualquier otra y su composición es de 90% agua, es decir no existe ninguna razón por la cual pudiera haber un riesgo de mezclar sandia con agua o alguna otra bebida”, menciona el nutricionista Aranda. Con respecto a consumir leche, café u otro alimento antes o después de consumir sandía, no hay ninguna contradicción. “Como lo mencionaba anteriormente, la sandía es una fruta más, sin ninguna característica o propiedad especial que pueda repercutir en un problema de salud. Si analizamos el típico desayuno americano, podemos observar que hay lácteos, panificados, embutidos, frutas pero siempre presente la sandía”, añade Aranda. Para la salud
Las sandías o acendrías son fuentes de licopenos, magnesio y vitamina C y es la fruta con mayor cantidad de agua (95%). Es fuente de antioxidantes como luteína y licopeno, además posee un nutriente destacado que es el licopeno. Gracias al consumo de este nutriente, se puede correr menos riesgos de sufrir enfermedades cardiovasculares, pues disminuye los niveles de colesterol sanguíeno, también aporta una protección frente a algunos tipos de cáncer como el cérvix, próstata, pulmón, mama y tracto digestivo, según el experto. Por su alto contenido de agua estimula la función de los riñones facilitando la eliminación de sustancias de desecho y toxinas. Esta fruta puede ser consumida las veces que se desee, su moderación solo se mide si se realiza algún tipo de dieta y puede ser consumida desde los seis meses de vida, “los bebes pueden empezar a consumir la sandía a partir de los 6 meses, siempre teniendo los cuidados necesarios, sacando las semillas, cortando en pequeños trozos, etc”, refiere. “Si estamos queriendo cuidar nuestra alimentación, podemos medir por ocasión de consumo 1 taza de sandía aproximadamente 200 g, o una rebanada pequeña, seria la porción adecuada”, cuenta el profesional. Respecto a la cantidad de veces que se puede consumir en el día, se puede hasta 3 o 4 veces, “todo dependería del objetivo y requerimiento de la persona”, agrega Aranda. Aliado de la cocina
En definitiva no hay que creer en todo lo que escuchamos, pues la sandía aparte de ser un manjar que se puede disfrutar acompañado de otras frutas, jugos o café; también sirve para jugos, dulces, postres y hasta se utiliza en comida salada. Esto último, aunque parezca difícil de creer es posible, ya que en los últimos años se la utilizo como ingrediente para varios platos exóticos y diarios. Algunos de esos platillos son: Milanesa de sandía, ensalada de sandía y queso ahumado (sin anchoas), sopa fría de pimiento asado, sandía y albahaca; gazpacho de sandía, además de los ya famosos postres como la mermelada de sandía y helado. En cuanto a combinarlo con leche, por los mitos existentes, y por la desinformación se sigue creyendo que no se puede combinar y la gente tiene miedo. “Y les sorprende que cuando salen del país le ofrecen un smoothie de sandía con leche o algún trago con sandía. Existe una infinidad de recetas con la sandía. Ósea la sandía es una fruta como todas las demás se puede consumir con todo tipo de alimentos. Puede ser parte de un desayuno, como también de algún postre”, sentenció el nutricionista.
La sandía es la fruta preferida de chicos y grandes, y aunque está rodeada de mitos, un experto habla sobre sus verdades y beneficios en la salud.
Para saber más
• para controlar el peso: La sandía puede ayudar a establecer un control de peso. Un estudio de 2019 de la State University de San Diego analizó la saciedad y los cambios de peso experimentados después de una intervención de cuatro semanas en adultos con sobrepeso y obesidad.
•Protege tu piel: Las vitaminas A y C contribuyen a mantener la piel sana, y el contenido de licopeno la protege del impacto solar, aunque los efectos no son del todo inmediatos. Ese es otro de los beneficios de la fruta.