El sepulcro fue mostrado por primera vez este domingo y muchos acudieron a verlo desde primeras horas, tanto que alrededor de 200 personas hacía fila para entrar ya una hora antes de que la iglesia abriera sus puertas, puntualmente a las 7:00 (5:00 GMT).
“He querido venir un poco antes a visitar la tumba”, reconoce a EFE Rocío, una ecuatoriana residente en Roma que ha madrugado con tal de poder despedirse de un Papa “revolucionario”.
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El Pontífice argentino fue despedido este sábado con un funeral solemne en la Plaza de San Pedro del Vaticano y, acto seguido, su féretro atravesó la Roma más monumental hasta llegar a Santa María la Mayor, el lugar donde reposará para la eternidad.
🔸 Primeras imágenes de la tumba del papa Francisco
— RTVE Noticias (@rtvenoticias) April 27, 2025
La sencillez de la tumba contrasta con la ornamentación de la basílica de Santa María La Mayor.
Una lápida que reza "Franciscus", un crucifijo de plata y una rosa blanca depositada ante la tumba.https://t.co/ha5O8P8QU2 pic.twitter.com/v6Np2LSWy6
Este antiquísimo templo, uno de los cuatro papales de la ciudad y cuyos orígenes se remontan a un milenario milagro, fue el elegido por Francisco para construir su sepultura pues custodia una Virgen de la que era muy devoto, la Salus Populi Romani.
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La sepultura se halla, precisamente, a un lado de la capilla que la alberga. Consiste, tal y como pidió en su testamento, en una lápida sencilla de piedra de Liguria, la tierra de sus antepasados italianos, con una única inscripción: Franciscus, en latín.
La tumba está en el suelo, dentro de un receptáculo abierto en la nave izquierda de la Basílica, y en la pared, iluminado con un haz de luz tenue, a la altura de la vista, hay una réplica de la cruz pectoral que usaba Francisco, en plata y con el Buen Pastor.
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Nada más. No revela dato alguno sobre el difunto... puede, de hecho, que el mundo del futuro remoto llegue a preguntarse quién fue Franciscus como ocurriría si hoy se preguntara a cualquiera por los otros siete papas del pasado que yacen en este templo.
La respuesta está bajo tierra, pues el féretro contiene un pergamino con su biografía protegido en un tubo metálico.
Este domingo ante el sepulcro atrajo a una multitud de personas, que desfilaban ante él espoleadas por dos gendarmes que impedían aglomeraciones con órdenes insistentes en varios idiomas.
Esto porque entre los primeros que visitaron a Francisco hay un poco de todo: Muchos religiosos, monjas, peregrinos del Jubileo o personas gratas con su ministerio, pero también de turistas que, ante la escena, no dudan en activar la cámara de su móvil.
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El padre Gregorio, un cura estadounidense, no esconde cierto pesar al salir de la Basílica: “Me pregunto cuántos rezan por él o por sí mismos. Hacer fotos está bien, pero también orar”, rumia.
La tumba apareció con una rosa blanca
En este primer día abierta, la tumba apareció con una rosa blanca sobre la lápida, aunque también se vieron algunas flores en el suelo depositadas a buen seguro por algún visitante y devoto.
Roma vive este año asaltada por millones de peregrinos llegados de todo el planeta debido a que Francisco convocó un Jubileo y muchos han coincidido con esta histórica defunción papal.
Es el caso de William, un joven brasileño que había preparado hace meses su viaje a Roma para asistir a la canonización del “primer santo millennial”, Carlo Acutis, programada para hoy mismo, pero que ha tenido que posponerse por la muerte de Francisco.
“Ha sido una mezcla de sentimientos, de misión cumplida, pero también de pesar”, confiesa.
La italiana Tiziana también puso el despertador para ser de las primeras en pasar por el sepulcro: “He sentido una gran serenidad por él porque ha vuelto a la Casa del Padre. Ha hecho mucho bien en la Tierra y creo que nos protegerá desde el cielo”, augura.
Sin embargo, ante la sepultura sí que hay algunas personas que rezan. Unas de pie, otras en reclinatorios. Fuera de la Basílica, en un balcón que da a la plaza, alguien ha colgado una pancarta con un mensaje para el nuevo morador del templo: “Gracias, Francisco”, se lee en italiano.
Fuente: EFE.