Como afirma un proverbio africano: “Para educar a un niño hace falta la tribu entera”. De igual manera podemos asegurar que esta filosofía se aplica al cuidado y a la protección de los niños y niñas, particularmente ante los peligros que acechan en la actualidad.
Ya se cumplieron 18 años del atroz crimen de Felicita Estigarribia. Felicita fue violada y asesinada el 31 de mayo del 2004, a los pies del cerro Yaguarón, en el Departamento de Paraguarí. Tenía 11 años y vendía mandarinas para solventar los gastos de la casa, de su mamá y hermanitos. Su cuerpo sin vida fue hallado sobre una de las grandes rocas de la zona y a su costado dejaron su canasta de mandarinas. El principal sospechoso del crimen es Fredy Antonio Florenciano Brítez, de quien no se tiene pista alguna; el hombre tenía entonces 22 años y en ese momento ya estaba siendo buscado por otro caso de abuso sexual.
En conmemoración de aquel terrible crimen se instauró el Día Nacional de la Lucha contra el Abuso y la Explotación Sexual de Niñas, Niños y Adolescentes y, como señala la fiscala Carina Sánchez, delegada de la Unidad contra el Abuso Infantil y Trata de Personas, este es un día que “nos interpela a todos. Como ciudadanos nos obliga a ser responsables, a involucrarnos desde el lugar en que nos encontremos, a estar en alerta, a observar, detectar y denunciar este crimen que afecta a nuestros niños y niñas”.
Recientemente se han dado a conocer unos datos que, con razón, han hecho saltar las alarmas. Se trata del aumento de episodios de este tipo, ya que hasta el mes de marzo de este 2022 fueron reportados 662 casos, que son 662 víctimas, y las cifras siguen subiendo. Asimismo, el Ministerio Público registró 2.957 denuncias de abuso sexual hacia niños, niñas y adolescentes en todo el 2021, lo que representa 300 casos más que en el 2020.
Esta es, sin lugar a dudas, una información que debe motivar a la acción a todas las autoridades que tienen la responsabilidad de proteger la niñez. Las autoridades deben redoblar los esfuerzos para mejorar su gestión. Si bien no está claro si el hecho de que se den más denuncias es porque hay más casos de abuso o porque hay mayor conciencia para realizar la denuncia, es en todo caso muy necesaria la sensibilización ante el aumento de los episodios de abuso sexual hacia niños, niñas y adolescentes.
La Justicia es la principal institución que debe ofrecer mejores resultados. Es inentendible que 18 años después del crimen de Felicita esa muerte siga impune. Del mismo modo, las demás instituciones del Estado que tienen alguna responsabilidad en esta problemática, como los juzgados y cada comisaría del territorio paraguayo, deben estar preparadas y entrenadas para intervenir en estos casos, buscando y asegurando siempre preservar el derecho superior del niño y la niña.
Un dato muy relevante señala que el 70% de las denuncias recibidas de enero a mayo de este año fueron hechas por vecinos y por agentes comunitarios. Esto nos habla de lo fundamental que resultan el involucramiento y el compromiso de toda la sociedad para frenar los hechos de vulneración de derechos de niñas, niños y adolescentes.
La sociedad paraguaya debe involucrarse activamente en la defensa y el cuidado de niños y niñas, pues son precisamente el silencio y la indiferencia los factores que nos han llevado a la actual situación. Toda la “tribu” deberá involucrarse en la campaña contra todo tipo de abuso infantil. Al mismo tiempo, debe mejorar urgentemente la gestión de las instituciones, y en particular de la Justicia, las cuales tienen serias deficiencias. La Justicia debe lograr mejores resultados para que los casos de abuso, como el crimen de Felicita Estigarribia hace 18 años, no queden impunes.