Los biólogos y teóricos de la evolución Heather Heying y Bret Weinstein recogen en el libro Guía del cazador recolector para el siglo XXI (Editorial Planeta) una provocadora historia que ahonda en los orígenes de la evolución para poner solución a problemas de la vida moderna: “La tecnología nubla nuestra capacidad de adaptación”.
En una entrevista, estos reputados biólogos evolucionistas han desarrollado en esta obra, número 1 en ventas en EEUU, los principales conflictos modernos y, rompiendo con el discurso políticamente correcto, ofrecen principios claros y prácticos para ayudar a tener una vida más feliz y próspera.
Los principales retos a los que se enfrenta la sociedad provienen de la incoherencia entre el estilo de vida actual y el legado evolutivo del ser humano, hecho que provoca que la mayoría de personas “estén más desganadas y deprimidas que nunca, a pesar de estar en la época más prospera de toda la humanidad, destacan los autores, que además son matrimonio”.
En esta “hipernovela”, los científicos reflexionan sobre cuestiones fundamentales en nuestras sociedades, como el sexo, la dieta, la crianza, el sueño o la educación, y su relación con los nuevos avances tecnológicos: “Nuestros males nacen de la disonancia entre el mundo moderno y nuestros cerebros ancestrales”.
“Aunque los humanos somos la especie que más rápido nos adaptamos a diferentes entornos, el ritmo de cambio actual va tan rápido que nos resulta imposible seguir el ritmo”, explica Weinstein, quien señala a la tecnología como la verdadera responsable de nublar nuestra capacidad de adaptación. “Hemos evolucionado para vivir en clanes, pero ya no conocemos ni el nombre de nuestros vecinos”, sostiene en la misma conversación Heying, que añade que la causa es el uso de Internet para comunicarse: “Que no se conozca el daño de algo no significa que no sea sustancial, y en unos años nos daremos cuenta de ello”.
Por otro lado, la alimentación y el sueño, que siempre han obedecido a hábitos que han sobrevivido milenios, ahora están siendo alterados y cuestionados, en parte por culpa del mercado estadounidense, que para Weinstein es el que nos lidera hacia las malas decisiones. Frente a estas amenazas, los autores recomiendan consumir productos frescos, evitar los transgénicos y priorizar las comidas en familia y amigos para estrechar lazos, cocinando a ser posible ingredientes que acerquen a cada persona a sus orígenes gastronómicos y étnicos.