En nuestro caso particular, utilizando esta perspectiva, cuál es la teoría que vivimos los paraguayos. Cuál es la filosofía política implícita que les da cierta estructura a nuestras prácticas e instituciones. Cuáles son las teorías políticas –sean estas liberales, nacionalistas o neoliberales– que gobiernan a la sociedad paraguaya. Podríamos decir también cuáles son las creencias que conforman las religiones laicas que hacen la cabeza de los paraguayos. En qué momento histórico cada una de estas estuvo vigente y qué resultados obtuvieron. Y qué del momento actual. ¿Existe una doctrina que sustenta el gobierno del grupo económico que actúa como partido político clandestino, se identifican como Honor Colorado, que maneja el Paraguay del 2024? Cómo es posible que exista alguien que reine, pero no gobierne, y otro que gobierne sin reinar.
Los mercados del crimen
En dos semanas sucesivas de agosto del 2024, la sociedad paraguaya se vio sacudida por dos casos de justicia que pertenecen a los mercados del crimen. A estos dos acontecimientos, el gobierno de Peña le otorga el rango de agenda prioritaria para el Estado paraguayo. En el primer caso, una sanción basada en la Ley Magnitsky de los Estados Unidos fue ratificada para una empresa que pertenecía al ex presidente, considerado corrupto significativo por el Departamento de Estado y luego penalizado por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos con el congelamiento total de sus activos, siendo obligado a desprenderse de ellos.
En el segundo caso, un diputado oficialista que vive en la frontera con el Brasil, supuestamente vinculado al lavado de activos de delincuentes brasileños, cae muerto en medio de una balacera con fuerzas especiales de seguridad.
LA HISTORIA
Para ir respondiendo a todas estas interrogantes, y a las etiologías que están por detrás de estos casos sospechados de delictivos, valdría la pena rememorar algunos hechos que le dan el contexto histórico al momento presente.
En primer lugar, el Paraguay fronterizo siempre ha sido el Lejano Oeste para el Brasil. Un far west donde te podés hacer rico, o morir en el saloon. Esta isla rodeada de tierra, como dice Roa Bastos, siempre fue una especie de Estado tapón entre España y Portugal, primeramente; entre Argentina y Brasil, con posterioridad. En otras palabras, un espacio fronterizo con grandes riesgos y enormes oportunidades.
Desde la época colonial, los bandeirantes brasileños eran bandas de piratas y comerciantes que sacaban provecho ganando territorios. Viajaban miles de kilómetros incursionando hacia el dominio español, hoy Paraguay, llevando y trayendo esclavos y mercaderías. Los primeros podían ser negros e indígenas. La catalaxia paraguaya intercambiaba mano de obra barata, baratijas, yerba mate, tabaco, maderas, cueros, ganado y armas, etc. El Paraguay de hoy también tiene gente parecida al Raposo Tavares del Brasil.
Con relación a Argentina, el negocio navegaba por el agua, y el modelo era un poco más civilizado. Desde el sur, venían tejidos para ropas, muebles diseñados, instrumentos musicales, innovaciones tecnológicas, joyas y costumbres un poco más refinadas. Siempre había contrabando. Todo se intercambiaba por maderas, yerba, frutas, tabaco y pedazos de oro. La civilización y la barbarie se encontraban en el Paraguay.
Con este antecedente, en segundo lugar, el esbozo del capitalismo como modelo económico y el Estado paraguayo como modelo político ha venido pasando por varias fases en secuencias bien definidas a saber.
Partiendo desde un tiempo más reciente, en la primera fase, el Estado liberal estuvo vigente desde la finalización de la Guerra contra la Triple Alianza en 1870 hasta alrededor de 1936, cuando tuvo un breve intervalo. Era un capitalismo de familias, las de apellido, que concentraban las riquezas y monopolizaban el comercio y los servicios privados. Prácticamente no existía un Estado, más que para tener un ejército que fue a la guerra victoriosa contra Bolivia de 1932 a 1935, con el apoyo económico de las familias ricas del Paraguay.
Luego, en la segunda fase, vino un Estado nacionalista desde 1947 en adelante, fortaleciéndose con la dictadura de Stroessner desde 1954 hasta 1989. Era un modelo intervencionista y autoritario. Este era un capitalismo de correligionarios, militares y barones de Itaipú. Explotaban tanto la economía formal como la informal. La clase media emprendedora era la de los contrabandistas relacionados con los militares.
La tercera fase es la del Estado neoliberal, desde 1989 hasta el 2013 en su primera parte. Consistía en un capitalismo de secuaces primigenio con primitivismo productivo, que extrae riquezas única y exclusivamente de la naturaleza. Este modelo no tiene proyección alguna para avanzar hacia formas de generación de riqueza más difícil pero más eficiente, de mayor productividad, lo que genera mayores ingresos para la gente. Avanzar supone invertir en salud y educación, como mínimo. Y avanzar hacia la creación de riquezas de la industrialización y especialmente de la inteligencia humana, la economía del conocimiento.
Sin inversiones endógenas en salud, educación, agua y saneamiento, etcétera, las ideas predominantes eran y son las del equilibrio triple, monetario, cambiario y fiscal, para satisfacer las exigencias del sistema financiero internacional. Esto nos permite endeudarnos hasta más no poder. El ejemplo es que desde el 2013 al 2024 la deuda pública, en 11 años, salta del 11% al 39% del PIB.
El modelo supone la creencia de que, en materia económica y política, ya todo está debatido. Ya todo está definido. Así deben ser las cosas. Se vanaglorian de la fortaleza de los fundamentos macroeconómicos, y punto. Nada más. Ni se habla de la inexistencia del efecto derrame, de la desigualdad económica con consecuencias políticas, de los un millón setecientos hambrientos. Nada.
LA DOCTRINA
Desde el 2013, el modelo se fortalece con la irrupción victoriosa de la doctrina Cartes, una forma de vida. Un poco antes, este modelo comenzó en los deportes, en el arbitraje formal e informal de divisas y, finalmente, en la política. Este personaje es un hombre fronterizo que tuvo problemas con la Justicia por supuestos beneficios irregulares con dólares de excepción. Su estilo se parece al modo bandeirante de intercambios. Tenía un hermano del alma que cayó preso en el Brasil. Su core business era el tabaco industrializado en Paraguay, introducido en forma irregular al mercado brasileño por medio de redes de grandes muambeiros informales. Aprovechan la enorme diferencia entre el costo Brasil en términos impositivos que castiga al tabaco y el casi inexistente impuesto interno del Paraguay. Empresario artificial, nada innovador.
La doctrina Cartes –que llega al poder en el 2013 y se consolida en el 2023– tiene un eje cultural, un eje económico y un eje estratégico. El primer eje es un conjunto de ideas y creencias conservadoras bajo la sombrilla de Dios, Patria y Familia, puramente fascista. Nada de lo predicado es respetado, conforme a confesiones públicas del actual presidente del Senado con relación a la doble moral de su institución con mayoría de Honor Colorado. Lo dijo cuando el escándalo del Chaqueñito. El segundo eje es la teoría del Estado mínimo que mantiene el statu quo sin inversiones en salud ni educación, agua y saneamiento, etcétera. Menos aún en fortalecer la capacidad coercitiva del Estado, sin policías que garanticen la seguridad física de la población, y sin recursos suficientes para la seguridad jurídica, el Ministerio Público y la Justicia. Caos total.
Todo debe ser así para garantizar el tercero de los ejes, la teoría del negocio, cómo se hace dinero; es decir, la estrategia. Ella garantiza el manejo del circulante, legal e ilegal, dentro de un modelo de capitalismo sin mercado, corrupto, plagado de mafias, comercio de drogas y lavado de activos.
Ninguna de las patas de este trípode puede funcionar sin las demás. Existen efectos recíprocos y circulares que se retroalimentan. Dios, Patria y Familia es un eslogan que pelea la batalla cultural y gana elecciones. Esto quiere decir una narrativa de conflictos del uno en contra del otro, al cual se lo hace enemigo, porque encarna la culpabilidad con relación a los sufrimientos de la gente. Hay enemigos que vencer y tenemos héroes que pelean por la gente. Es una guerra santa de buenos contra malos, del nacionalismo de Francia, López, Caballero y otros héroes que nos legaron una patria libre, independiente y soberana. Se dicen liberales y de mercado, pero vociferan en contra del liberalismo como filosofía, atacan las libertades posmodernas y se consideran patriotas de pura cepa.
El modelo de Estado mínimo cumple el triple equilibrio macroeconómico citado más arriba, y mantiene a la gente ignorante, enferma y en situación de falso inevitable. Así deben ser las cosas. No ir en contra del orden natural.
Todo lo anterior facilita el funcionamiento de la estrategia. La del capitalismo de secuaces en su fase más avanzada. La práctica de la política como la principal actividad económica con fines de lucro del Paraguay. Solo como ejemplos. Se crean leyes y se vende su incumplimiento. Bancos y empresas del grupo monopolizan las billeteras del transporte público y endosos de facturas del IPS. Crony capitalism en estado puro. Concesiones de rutas pertenecen al grupo económico todopoderoso.
CONCLUSIÓN
Finalmente, el valor de la doctrina citada más arriba –en este caso del Honor Colorado– es que, explicando lo conocido por medio de lo desconocido, como en la teología, legitima las estructuras del poder justificando quién debe mandar, quiénes deben conducirnos, adónde, por qué y para qué. La última realidad. Hasta tiene un escogido que vino para salvarnos. Y muchos le dicen “amén”. Peligrosísimo. Saludos cordiales.