“Hago un llamado a todos los estados que participaron en las misiones en Afganistán, a los europeos y a otros a que otorguen suficientes cuotas de recepción (...) para que podamos acudir colectivamente en ayuda de quienes necesitan protección”, dijo Ursula von der Leyen tras una visita a España en el centro de acogida de empleados afganos de la Unión Europea en Kabul. “La Comisión está dispuesta a considerar los medios presupuestarios necesarios para apoyar a los Estados miembros de la Unión Europea que se ofrecerán para ayudar a los refugiados a instalarse en su territorio”, prosiguió durante una rueda de prensa en la base militar de Torrejón de Ardoz, donde se instaló este centro de acogida.
No está claro cuántos países miembros de la Unión Europea se comprometieron a acoger refugiados afganos y si algunos gobiernos se negaron. Acompañada por el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, von der Leyen y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, visitaron esta base, por donde deben pasar todos los afganos, que trabajaron en Kabul para las instituciones de la Unión Europea, y sus familias antes de ser distribuidos a diferentes países. Haciendo alusión al carácter sensible del tema de la inmigración en Europa, Michel abogó por el establecimiento de “migraciones regulares y ordenadas”.
Von der Leyen insistió en que hubo “contactos operativos entre la Unión Europea y los talibanes para salvar vidas, pero que no hubo ningún diálogo político con este movimiento y, por tanto, ningún reconocimiento de los talibanes”. Sánchez indicó, sin precisar cifras, que un cierto número de afganos ya se habían ido a otros países, en particular a “Dinamarca y otros a los países bálticos”.

divisiones en EEUU. Algunas voces del Partido Republicano de EEUU se alzaron a favor de rescatar a los afganos aliados que tratan de huir de su país tras la toma de poder de los talibanes, pero el ala más conservadora del partido, abiertamente antiinmigrante y liderada por el ex presidente Donald Trump, se opone a la llegada de refugiados.
El repentino colapso del gobierno de Afganistán en medio de la turbulenta salida de las fuerzas estadounidenses, y la aparente falta de preparación por parte de Washington, le valieron duras críticas al presidente demócrata Joe Biden. Pero también está poniendo de manifiesto una fisura entre los republicanos sobre quién entra en Estados Unidos y si una ola de refugiados sería bienvenida.
Mientras las fuerzas estadounidenses aseguraban el aeropuerto de Kabul para supervisar una operación de evacuación masiva, varios altos funcionarios republicanos, como el líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell, expresaron la obligación moral de rescatar a los afganos que colaboraban con el cuerpo militar y diplomático de EEUU. Miles de traductores, intérpretes y otros afganos solicitaron visados especiales de inmigrante a Estados Unidos