A pesar de que en el conflicto aún no se ha disparado una sola bala, ha sido impresionante la guerra mediática entre los diferentes medios de comunicación vinculados a los dos bandos en conflicto.
Hoy más que nunca es válida aquella famosa frase pronunciada en el año 1917 en plena Primera Guerra Mundial por el senador norteamericano Hiram Johnson: “Cuando llega la guerra, la verdad es la primera víctima”. Durante aquel conflicto la propaganda se hacía por medio de panfletos, fotos y películas; ya en la Segunda Guerra Mundial se le sumaron las radios y los diarios, y en la Guerra de Vietnam, la televisión.
Hoy en día, a todos esos medios tradicionales se les han sumado las redes sociales, que, con el uso de tecnologías, como la inteligencia artificial y la big data, realizan campañas científicamente elaboradas de desinformación en beneficio de algunas de las facciones en disputa.
Fue impresionante ver el canal de noticias ruso, donde con explicaciones muy convincentes basadas en datos, imágenes y entrevistas, concluían que Rusia era la víctima al estar amenazada por la OTAN con la instalación de misiles cerca de su territorio.
Pero también fue impresionante ver en los medios occidentales —especialmente de los Estados Unidos y del Reino Unido— imágenes satelitales que mostraban el gigantesco despliegue de las tropas rusas en la frontera con Ucrania, para una sangrienta invasión.
La invasión no se concretó, pero los rusos mostraron como un triunfo el conseguir que Ucrania no forme parte de la OTAN, sin acción bélica alguna; mientras que Occidente mostraba como un triunfo el haber detenido la inminente invasión, solo con amenazas de represalia.
Pero esto que está ocurriendo a nivel planetario también está ocurriendo hoy a nivel nacional, debido a que aquí estamos presenciando una verdadera guerra política, especialmente en el Partido Colorado, con el prematuro inicio de la campaña electoral.
En esta guerra política es impresionante ver la guerra mediática que existe entre algunos de los medios de comunicación que abiertamente apoyan a uno de los candidatos o tienen clara preferencia por el otro.
En esta guerra mediática algunos medios de comunicación muchas veces tergiversan o deforman las noticias y no pocas veces aviesamente recurren a la mentira.
Todos sabemos que los medios que así actúan pierden rápidamente el principal activo que tiene un medio de comunicación que es... la credibilidad.
Pero a pesar de la importancia de tener credibilidad, también somos conscientes de que a lo largo de la historia la presencia de un periodismo informativo riguroso ha sido siempre la excepción, debido a que los intereses ideológicos, políticos o comerciales constantemente han prevalecido.
El escenario actual es mucho más complejo que en el pasado, debido a que hoy existe una explosión de medios de comunicación, una explosión de noticias de todo tipo y una explosión de publicidad.
La cantidad de información que hoy recibimos en un día, la recibían nuestros abuelos en un año, por lo que necesitamos analizarla con mucho cuidado, para proteger nuestra mente, para tomar posiciones y para actuar en consecuencia.
Ante esta situación debemos actuar con mucho cuidado, primero leyendo o viendo noticias de diferentes fuentes informativas; segundo, cotejando la veracidad de la información recibida y tercero no reenviando informaciones que no han sido mínimamente verificadas.
Recordemos siempre que en cualquier guerra —militar, política o comercial—, la verdad siempre es la primera víctima.