Como es habitual en esta época del año, son varios los compatriotas que regresan al país para pasar las fiestas de fin de año con sus familiares. Muchos de ellos incluso retornan a su tierra natal después de varios años de permanecer en el extranjero.
Los largos abrazos, las lágrimas y las emociones a flor de piel entre los familiares se convierten en las postales diarias del aeropuerto internacional Silvio Pettirossi. Eso nuevamente se vio reflejado en estos últimos días en la principal estación aérea del país.
Un vuelo proveniente de España aterrizó este viernes y a bordo se encontraban varios paraguayos y paraguayas con numerosas historias a cuestas y el deseo ardiente de reencontrarse con sus seres queridos.
Muchos de ellos salieron del país en búsqueda de oportunidades y con el objetivo de generar mejores recursos para poder ayudar a su familia.
Ña Liduvina era una de las tantas personas que se encontraban esperando desde tempranas horas en la estación aérea. Grande fue su sorpresa cuando vio llegar a su hija Rocío, en compañía de su nieto, su pareja y su hermano Juan Carlos, quien también vive en el país europeo.
En principio, la madre solo aguardaba la llegada de su hijo Juan Carlos, pero los hermanos decidieron darle la sorpresa y llegar todos juntos para pasar la fiesta de Año Nuevo. La mujer tiene otros hijos que van a venir también desde otros países, como Brasil.
Rocío, quien no volvía a Paraguay desde hace 20 años, llegó con su pareja española y su hijo, quien pisa por primera vez el suelo guaraní. El pequeño se mostró emocionado de volver a ver a su abuela y conocer a sus primos. Ña Liduvina ya había viajado hace algunos años a España.
La pareja de la mujer, un ciudadano español, dijo que está muy contento de venir al país y ve a la familia muy unida. Rocío manifestó que de seguro van a hacer una fiesta y que son oriundos de Arroyos y Esteros.
Por su parte, Juan Carlos, el hermano, relató que vive en España desde hace 13 años y que nadie sabía que traería a su hermana y se debe también a que su mamá está enferma. Los hermanos prevén quedarse 40 días.
Otros encuentros emocionantes
Abrazos y lágrimas de emoción no faltaron en el Silvio Pettirossi, donde se observaron recibimientos con globos y carteles.
“Le estoy esperando a mi cuñada. Su papá y su mamá le esperan en su casa con 85 años. Hace seis años que no viene y hace 20 años que ya está por España”, manifestó una mujer.
También se vio una gran cantidad de niños y niñas, quienes esperaban ansiosos a sus tías, tíos o padres.
En un cartel se leía “Bienvenida a casa, Catalina”, quien regresa después de tres años al país para ver a su hija pequeña que la espera.
Una señora contó que estaban esperando a su hermano Luis Palacios, a quien no ven desde hace 17 años y que están muy emocionados. “Él no sabe, pero montón de gente le está esperando en Paraguarí”, confesó la mujer.
“Cuando tenía dos años le dejé a mi hija”, manifestó una compatriota luego de arribar al país. Entre lágrimas, dijo que aprendió mucho en estos años y resaltó que la familia está en primer lugar.