Sigue el malestar por la decisión adoptada por monseñor Guillermo Steckling, obispo de la Diócesis de Ciudad del Este, de relevar al padre Jorge Miguel Martínez de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús de la ciudad de Hernandarias. Un grupo de laicos no aceptan y hacen vigilia hace más de 20 días.
Ayer, en caravana se movilizaron y se trasladaron hasta la sede del Obispado para seguir con su reclamo. En un comunicado expresaron su postura sobre lo que consideran una “destitución arbitraria”.
“El conflicto que se está dando actualmente no es por el cambio de párroco, sino por la forma abrupta e inusual en que se procedió”, aclaran en el documento público.
Dicen que tampoco el mismo párroco saliente ha sido informado con anticipación como para prepararse, “sino apenas unas horas antes, a las 15.00 del mismo día. Este cambio repentino que se dio en forma de destitución no se hace sino con acusados de delitos graves, cosa que no es el caso del padre Jorge Miguel Martínez”.
Sigue señalando que en fecha 27 de abril, miembros de la Comisión de Laicos Hernandarias se reunieron con el obispo y su secretario, el padre Ángel Collar, “dónde reconoció y expresó verbalmente” que la destitución del párroco de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, “se dio en forma abrupta e inusual a causa de un rumor que le había llegado y que finalmente resultó ser una mentira descarada que provenía de parte de sus asesores”.
Insisten en que la salida del sacerdote fue de manera totalmente arbitraria y que además, terminó generando una gran desconfianza hacia el padre Martínez, “manchando su reputación sin que haya cometido ningún delito; en pocas palabras, fusilaron al inocente para buscar después las razones del fusilamiento”. WF