El próximo presidente de la República, Santiago Peña, tendrá un panorama económico complejo y complicado, atendiendo a que existen más de una docena de bombas reloj que podrían “explotar en manos” del nuevo jefe de Estado, sostuvo el analista económico Víctor Raúl Benítez en comunicación con Última Hora.
En su primer discurso como nuevo jefe de Estado reconoció que no será fácil reconstruir el país y citó los últimos años de estancamiento económico, con déficit fiscal, con un preocupante índice de desocupados y el aumento de la pobreza extrema.
“Ha llegado el tiempo de postergar nuestras diferencias para priorizar las causas comunes que nos unen como nación. Ante todo y sobre todo somos paraguayos. Ese tiene que ser el único distintivo que nos identifique como protagonistas del gran proyecto de restauración moral, de recuperación económica, de crecimiento inclusivo y de justicia social”, refirió.
En este material te explicamos cuáles son las urgencias económicas que, a criterio del experto Víctor Raúl Benítez, Santiago Peña deberá atender con urgencia:
Matriz productiva y capitalismo de secuaces
En Paraguay tenemos una matriz productiva —forma en la que la sociedad se organiza para producir bienes y servicios— que “ya no da más y que extrae riquezas solo de la tierra, en vez de hacer de la inteligencia humana”, señaló el especialista.
Como nuestro país solo depende de la exportación de carne, soja y granos, “sin valor agregado”, y energía eléctrica, explica Víctor, entonces se produce lo que se conoce como “economía hipertrófica”, donde un día podemos crecer un 5% y al otro caer -2%.
A esto se le suma la alta dependencia de la naturaleza, lo que significa “una alta volatilidad en el producto interno bruto y, con el cambio climático, eso se ha agudizado”.
“Eso vuelve muy impredecible a nuestra economía y genera muchos desequilibrios estructurales, como el déficit fiscal, el desequilibrio monetario y el desequilibrio cambiario”, indicó.
El economista apunta como solución la opción de desarrollar la economía del conocimiento para cambiar esa matriz productiva poco competitiva, a través de una mayor inversión en la educación, donde los niños “hablen inglés y comiencen a manejar algoritmos en vez de ser peón de estancia”.
Además, agrega que para “desactivar esta bomba”, hay que traer fábricas de “Brasil Food, de Tyson Foods. Hay que tener en Paraguay Tyson Foods norteamericana, y en vez de mandar maíz al Brasil, hay que mandar pollo ya en forma de milanesa”.
Romper con el capitalismo de secuaces, donde “el cliente principal de los empresarios es el Estado”, es otro de los desafíos que se enmarcan dentro del panorama económico y que están ligados a la matriz productiva.
Este sistema social y económico, según Víctor, solo genera más corrupción y mucha “puerta giratoria público-privada”.
Desde el punto de vista del experto, el mandatario tiene que acabar con este modelo y traer mercado al Paraguay, con más oferentes y más demandantes, para dejar que los empresarios sean “altamente dependientes del Estado”.
“Demasiada gente mama de las tetas del Estado y ahí hay corrupción, allí en donde hay un capitalismo de secuaces”, sostuvo.
Respecto a la puerta giratoria público-privada, que viene de la mano con este capitalismo de “secuaces”, mencionó que muchos funcionarios públicos que ocuparon altos cargos ingresan al sector privado con “información privilegiada”.
Evasión y malgasto público
El experto describe a la evasión como la segunda bomba que el nuevo presidente de la República deberá desactivar.
Según los datos de la SET, USD 1.900 millones se evaden, donde 6 de cada 10 negocios no emiten facturas. Solo cuatro rinden cuentas al Estado, explica Víctor.
El malgasto público es un viejo mal instalado en el Paraguay, donde el 3,9% del PIB es mal utilizado por el Estado, lo que en cifras monetarias representa cerca de USD 1.650 millones.
En el primer trimestre del 2023, en pleno periodo electoral, el desembolso de los pagos extras por parte del Estado en beneficio de los funcionarios experimentó un crecimiento del 8%, en comparación con el año pasado, con un monto que llegó a G. 52.744 millones, de acuerdo con una publicación del diario Última Hora.
Caja Fiscal y la seguridad social
En el 2023, más de USD 200 millones de la recaudación irá al pago del déficit, advirtió el economista. “Este año, los impuestos van a pagar el déficit estructural en quiebra de la carga fiscal y la seguridad social”, apuntó.
El IPS llega apenas al 20% de la población, mientras que el “64% de la población económicamente activa está sin IPS y sin salario mínimo”, de acuerdo con lo señalado por el analista.
La falta de seguridad social se produce como consecuencia del subempleo y la explotación de la mano de obra, sexto y séptimo desafíos del nuevo jefe de Estado.
De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), publicados en el 2022 en su informe Ocupación informal no agropecuaria, en áreas rurales, 8 de cada 10 personas ocupadas no agropecuarias son informales; mientras que en áreas urbanas de cada 10 ocupados no agropecuarios seis son informales.
El economista considera que el nuevo Gobierno debe buscar que las empresas informales “empleen de manera formal (pagar IPS)” y así también controlar la evasión y tener más recursos para cambiar la matriz productiva.
Déficit fiscal y deuda pública
El economista Víctor Raúl Benítez mencionó que se gasta más de lo que se recauda.
“Con la pandemia, el Gobierno actual agravó el déficit partiendo con -2,0% en el 2019, cuando la economía se estanca; cae – 6,2% en el 2020, año del Covid-19; mantiene -3,6 % en el 2021 y sigue cerca del -3,0 % en el 2022”. Para el 2023 prevé que el déficit llegue a -3%.
Además, está la deuda pública, como consecuencia del déficit fiscal, que en la actualidad llega a USD 14.000 millones. “Esto es una bomba a reloj. Hay que pagar los intereses que están por encima de los USD 500 millones”, advierte.
Agua y cambio climático
“En Paraguay tomamos agua contaminada”, refirió el economista al mencionar que el país invierte apenas el 0,1% del PIB para brindar a la ciudadanía el elemento básico para la vida, cuando se requieren como mínimo 0,3% para invertir en agua y saneamiento, según el Banco Mundial.
El cambio climático obliga a las economías mundiales a desarrollar programas para mitigar en lo posible los efectos negativos que trae a cuestas este fenómeno y Paraguay no está exento.
“Nosotros no tenemos el mínimo programa para combatir la sequía. No tenemos un fondo de estabilización de precios”, alerta Benítez.
Se trata de una herramienta política fiscal donde se guardan los recursos en épocas de auge para utilizarlos en momentos de austeridad. Por ejemplo, cuando suben los precios de los combustibles o del maíz.
Educación
Es poco lo que se invierte para mejorar la infraestructura escolar, así como también hay pocas políticas públicas para contrarrestar la deserción escolar, que alcanza un 40%, según Benítez.
Paraguay necesita invertir USD 1.293 millones para mejorar la calidad de la infraestructura, de acuerdo con los datos del Banco Mundial que dio a conocer el economista en su análisis sobre el panorama económico.
Salud
De cada 100 paraguayos, solo 28 cuentan con “algún tipo de cobertura en el sistema de salud”, describe el especialista.
Las familias son las que absorben el gasto, con un 49%; mientras que el Estado financia el 43% de lo que paga en materia de salud.
El déficit infraestructural del sistema sanitario quedó en evidencia con la llegada de la pandemia del Covid-19.
Déficit habitacional
“Los jóvenes no tienen casas y si las tienen, viven en modo precario”, sostuvo Víctor.
Acceder a una vivienda se volvió todo un reto en nuestro país, donde más de 200.000 familias no tienen hogar y en 800.000 viviendas faltan baños y cocinas o dormitorios, para evitar el hacinamiento, de acuerdo con Benítez.
Desigualdad
La desigualdad es otra bomba que va a explotar, si no se desactiva a tiempo. “Somos el tercer país más desigual de Latinoamérica y el antepenúltimo en producto interno bruto per cápita más bajo de la región”, señala.
En Paraguay, el 20% de la población millonaria recibe el 51% de los ingresos acumulados por el Estado.
El economista considera, a diferencia de otros expertos, que el Paraguay crece poco en materia económica y por eso “tenemos evasión, tenemos caja fiscal en quiebra, déficit fiscal, tenemos deuda pública creciente”.
Esta falta de crecimiento, considera, es “porque tenemos una economía estructuralmente muy dependiente del primitivismo”.
Para el experto, lo urgente es ver cómo recaudar más y “combatir la evasión de una manera inteligente, incluyendo el uso de la inteligencia artificial, incluyendo el uso de sistemas informáticos de base de datos que se pueden cruzar”.